El muelle y el cámping de las islas Cíes tendrán plan de emergencia específico

Diego Pérez Fernández
Diego pérez VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vazquez

Entra en vigor el plan rector, que restringe las visitas y fija medidas por incendios y vertidos

19 feb 2019 . Actualizado a las 13:46 h.

Hoy entra en vigor el plan rector del Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Diecisiete años después de la declaración del espacio protegido, el Diario Oficial de Galicia publicó al fin ayer el documento que señala lo que se puede o no hacer en los archipiélagos. Además de establecer los cupos de visitantes, regular los aprovechamientos pesqueros y programar las inversiones para la próxima década (a razón de 2,6 millones por año), incorpora como novedad planes de emergencia y autoprotección que deben servir para dar respuesta, entre otras, a catástrofes medioambientales y de gran riesgo como incendios y vertidos.

El plan de emergencia del parque debe incoporar todos los que ya están funcionando de las distintas administraciones competentes (por ejemplo, las islas están catalogadas como prioridad 1 para la Xunta en caso de fuegos) y fijar mecanismos de coordinación entre los ayuntamientos, la Axencia Galega de Emerxencias, Capitania Marítima, Costas del Estado, Vicepresidencia de la Xunta...). Tendrá que contemplar los medios disponibles, los esquemas básicos de operaciones y el coste de su aplicación. Pero también están previstos planes específicos para las zonas sensibles de las islas. Son las que cuentan con mayor presencia de visitantes en determinadas épocas del año. Se trata del muelles de Rodas, e cámping de las Cíes, el dique de la Lagoa dos Nenos, los senderos con determinadas dificultades de acceso y las áreas de baño.

Los cupos de visitas a las islas en temporada alta, ya avanzados en su momento, quedan así: un máximo de 1.800 diarios en las Cíes, más 200 para grupos y 600 campistas; 1.300 en Ons, más 200 de grupos y 300 de acampada; y un topo de 250 personas tanto en Sálvora como en Cortegada).

Otra importante novedad que recoge el plan rector el parque nacional, y que está relacionada con el riesgo de incendios, es la elaboración de un banco de germoplasma. Se trata de poner a buen recaudo en algún lugar fuera de los archipiélagos semillas y plantas de especies singulares, a fin de garantizar su supervivencia.