
Las obras municipales no ardieron porque la lluvia fue «cómplice» y tampoco se enterró. Caballero planea ahora su exposición
07 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Abel Caballero aplaudió ayer que la lluvia se haya hecho «cómplice» de Vigo para no quemar el meco y evitar así que tenga el mismo destino que los anteriores, esos que representaban las políticas de la Xunta y del PP «y sus ataques permanentes a la ciudad». Por primera vez, un meco resulta indultado. Como un toro que destaca por su excelente comportamiento en la plaza, tampoco se merecerá un trágico final la composición artística que para el alcalde representa «la transformación de la ciudad».
El destino ha querido que el meco bueno, el único positivo, no quede reducido a cenizas ese conglomerado en el que aparecen representadas las murallas del castro rehabilitadas, el proyecto Vigo Vertical, el nuevo Balaídos o los macroparques infantiles. Todo gracias a un fenómeno de la naturaleza, sin que la mano del hombre haya intervenido y ningún mal pensado pueda acusar alguna intención partidista en este excepcional perdón.
«Si la lluvia decidió que el meco no se quema, el meco no se quema», sentenció ayer el alcalde. Y claro, ayer tampoco se celebró el entierro del meco. Si no murió, ¿cómo darle sepultura?. Así que el regidor vigués desveló que ha recibido ya una petición de espacio para exhibirlo en algún sitio público, para admiración ciudadadana de las obras municipales. Y que tal vez, quién sabe, se convierta en un nuevo referente de la ciudad. Como el dinoseto. «No lo descarto», aseguró Caballero.