Lanza un guiño a votantes de otras fuerzas: apoyarle a él no es apoyar a su partido
14 may 2019 . Actualizado a las 22:25 h.Abel Caballero tiene bien agarrada la bandera del apoyo a Peinador. Las cosas venían mejorando. El aeródromo vigués había vuelto a superar el millón de pasajeros al año y había cerrado el 2018 con un crecimiento del 6 %. La bandera daba réditos. Pero Ryanair acaba de abandonarlo y, por primera vez, hay datos que corroboran el bajón que ha sufrido Peinador por la espantada de la aerolínea de bajo coste. En el mes de abril, la aerolínea irlandesa tenía que haber puesto en marcha los nuevos enlaces de la temporada de verano, pero no lo hizo, por su desencuentro con el Concello, al que le pidió más dinero. El aeropuerto perdió el 11 % de su pasaje y se quedó en 88.000. Y la culpa, según Caballero, la tiene Feijoo.
«Feijoo se llevó Ryanair de Vigo, pero a Vigo no lo chantajea ni Ryanair ni Feijoo», protestó ayer. ¿Feijoo? Sí, porque según Caballero, la Xunta paga a Ryanair para que vuele a Santiago y los enlaces de Vigo han sido trasladados a la capital gallega. Bueno, en realidad también a Oporto, pero la culpa la tiene la Xunta. Porque Peinador no pierde viajeros, lo que ocurre en realidad es que «las rutas que se mantienen mejoran, mejoran y mejoran». Y luego están los vuelos que le quita la Xunta. El aeropuerto pierde viajeros por culpa de estos vuelos, o sea, por culpa de la Xunta.
Caballero, que se presenta a la reelección, anunció ayer que pronto confirmará el desembarco de nuevas aerolíneas de bajo coste para paliar la marcha de Ryanair. No dijo qué compañía será la que venga, pero sí aseguró que volará a Barcelona y a Londres, los dos destino que operaba la irlandesa. Advirtió también que conectará Vigo con una «importante ciudad» española -no habló de Madrid, pero manifestó que le encantaría tener vuelos de bajo coste a la capital- y otra europea.
El alcalde sí que vuela. La encuesta elaborada por Sondaxe que el domingo publicó La Voz, que le da 20 ediles, le hace levitar. Esos 20 concejales se mantienen, según el tracking diario encargado por este periódico. Por eso tiene claro que él se cree la encuesta. Porque, como le dijo Alfonso Guerra, «cuando las encuestas corroboran lo que ves en la calle, créelas». Y vaya si lo ve.
Dice que la gente se le arremolina cuando reparte propaganda electoral. Incluso hay quien no se la quiere para que ahorre. «Hay buen clima, hay buen humor, tenemos un gran acuerdo en esta ciudad», describe.
En su cartel electoral, las siglas del PSOE apenas si se ven al microscopio. «El apoyo es el apoyo a Abel Caballero y a la lista, no es el apoyo a una sigla», reconoce. Es cierto, él era amigo de Guerra, de Felipe, de Rubalcaba... de todos. ¿Pero para qué hablar de PSOE pudiendo hablar de Abel?