El candidato del PSOE visitó la apertura del ascensor de Pizarro y un párking en Cabral antes de dar luz verde, como alcalde, a tres convenios por valor de 32 millones
25 may 2019 . Actualizado a las 11:24 h.Después del volcán de Coia y la nueva Praza de América, ayer le tocó el turno al ascensor que comunica la plaza de Fernando el Católico con la calle Pizarro y el aparcamiento gratuito de los terrenos de la antigua fábrica del Grupo de Empresas Álvarez en Cabral. Abel Caballero se paseó por ambas zonas en su condición de candidato del PSOE, ignorando la denuncia ante la junta electoral que anunció el PP por hacer «pseudoinauguraciones». Como aspirante socialista visitó obras rematadas como alcalde en funciones.
Caballero se hizo selfis con los vecinos que se lo pedían antes de estrenar el ascensor que funcionará de 7.00 a 23.00 horas. Al probar el elevador, que permite salvar un desnivel de 40 escalones, dijo que va «rápido y da un poco de vértigo» por la superficie acristalada que permite ver la calle de debajo. Anunció que la obras se completarán en el futuro con una rampa que se hará en la calle San Salvador y también estudiará acometer otra en Gregorio Fernández, de manera que se pueda agilizar el tránsito entre Pizarro y la parte más baja de la ciudad. «Es una obra buena que evita subir tantas escaleras si vas cargado de la tienda», corroborora muy cerca José Paz, un jubilado que vive en el barrio.
En su último día de campaña a pie de calle, Caballero pidió a un centenar de personas que le rodeaban que le votasen porque no hay que confiarse: «Es cierto que las encuestas nos dan un voto alto, pero son papel. El voto de verdad es el domingo». En su línea de querer captar el mayor número de escrutinios posibles para «enseñárselos a Pedro Sánchez el lunes», aseguró que estas municipales «no son de partido, sino de ciudad. Somos la papeleta que defiende Vigo». Dijo ser consciente de que va a tener votos de gente que en otros comicios vota al PP, a Marea o a Ciudadanos.
El candidato socialista aprovechó para anunciar un paquete de convenios a los que iba a dar luz verde como alcalde en una junta de gobierno extraordinaria. Se trata de obras por valor de 32 millones de euros. Le dio el visto bueno a una adición al convenio con el Ministerio de Fomento para ampliar la inversión en la avenida de Madrid de 10 a casi 15 millones. La obra se ejecutará en dos años y medio y convertirá la salida sur de la ciudad en una calle humanizada con medianas ajardinadas en lugar de las verjas que le dan aspecto de «campo de concentración», en palabras del propio Caballero.
Balaídos
La junta de gobierno local también dio su aprobación a la firma del convenio con la Diputación de Pontevedra para acometer las obras de la grada de Marcador en el estadio de Balaídos, por valor de 13.831.000 euros. Durarán 14 meses y durante ese tiempo los aficionados tendrán que ser reubicados en otras gradas del estadio del «Celta de Vigo», según recalcó. También se aprobó el acuerdo con la Diputación para la estrada do Porto, entre Beade y Valadares por 3,3 millones.
Después de probar el ascensor de San Salvador, que generó parabienes entre los vecinos allí congregados, Caballero se desplazó al nuevo párking gratuito de Cabral. Cuenta con 77 plazas y se ubica en los terrenos de la antigua fábrica de Álvarez. Se halla junto a una zona de supermercados, Correos y a 150 metros de la plaza de abastos. El aparcamiento fue solicitado por la asociación de vecinos hace poco más de un año, según relató su presidente Juan Ramón Casal, que puso de relieve la satisfacción vecinal por un espacio que facilitará mucho la accesibilidad y la vida en el barrio.