Furious Monkey House y Xoel López completaron un gran concierto
03 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Castrelos vivió anoche un concierto muy familiar, cargado de la emotividad que desprende la amistad entre unos músicos que pertenecen a la misma escudería, la gallega Esmerarte. Además, Vetusta Morla, Xoel López y Furious Monkey House lograron reunir a públicos de distintas edades, incluso familiar.
El lleno estaba asegurado, aunque las cifras son difíciles de calcular debido a las condiciones del auditorio de Castrelos, que permite alargarlo a gusto del contador de almas. La espectacularidad también, no en vano, Vetusta Morla es, para muchos, la mejor representación del pop español del momento. Así que, si hay buenos músicos, buenas canciones, ganas de agradar y un público predispuesto, solo pueden pasar cosas grandiosas.
La propuesta de Esmerarte para las fiestas viguesas establecía que abriese la velada el grupo pontevedrés Furious Monkey House, un proyecto que comenzó hace unos años de forma casi anecdótica, pero que a medida que van creciendo sus integrantes se están confirmando como una banda sólida. Eso sí, dirigida por un bajista disfrazado de mono.
Xoel López optó por un repaso por más de quince canciones incluidas en sus tres discos publicados con su nombre. El guiño a su proyecto anterior, denominado Deluxe, tuvo colaboraciones muy especiales. En El amor valiente tuvo el músico coruñés a los miembros de Vetusta Morla, mientras que en Que no disfrutó de la compañía del productor Juan de Dios, con quien trabajó en sus estudios. El conjunto fue fantástico, no en vano, Xoel López es uno de los mejores artesanos que tiene la música española en la actualidad. El músico se despidió afirmando que Vigo es su casa y que regresaría pronto.
El festival Esmerarte llegó, en torno a las once de la noche, a su plato principal. Poco después de que hiciera su entrada en Castrelos el alcalde, seguido por una cámara cuyas imágenes se proyectaban por la pantalla gigante. Abel Caballero no paró de hacerse fotos con quien se lo pedía.
Vetusta Morla mantiene desde hace años un idilio con la ciudad, donde ha actuado en numerosas ocasiones en los últimos años. Incluso, en el año 2008 estuvo en La Fábrica de Chocolate. Esa relación afectiva se materializa en los conciertos que la banda madrileña desarrolla en Vigo, y el de ayer era especial, porque Castrelos es un escenario mágico.
Así que, como suele ocurrir con este grupo, no decepcionaron.
El programa elegido estuvo basado en gran medida en el disco Mismo sitio, distinto lugar (2017). Sin embargo, hubo tiempo también para las principales referencias de su discografía. Xoel López devolvió la cortesía musical al subir al escenario con el grupo para interpretar Copenhague. La conclusión final es que Castrelos vivió otra noche mágica.