Es el aeropuerto que más baja de España tras reducir sus ayudas y contar con menos viajeros a Madrid, su eje clave
08 dic 2019 . Actualizado a las 22:57 h.En medio de un escenario de crecimiento generalizado del tráfico aéreo, Peinador, que se había preparado para seguir creciendo y albergar a dos millones de pasajeros al año, cerrará el 2019 por debajo del millón de usuarios. La competencia de Santiago y Oporto es la misma que antes, la situación económica de la ciudad, aparentemente no se ha torcido, y las posibilidades de la terminal olívica son mayores que en años anteriores, con más rampas de embarque y espacio de estacionamiento para las aeronaves. Pero los números del aeropuerto vigués han empeorado tanto este verano, que se ha convertido en agosto en la terminal que más pasajeros ha perdido de toda España, al margen de la pista de Matacán (Salamanca), que está en otra división con sus 14.000 pasajeros anuales.
¿Qué ha cambiado entonces? La respuesta básica es la marcha de Ryanair de Peinador, una compañía que ha demostrado una vez más que su condición para seguir operando en una terminal es contar cada vez con más subvenciones, ayudas y empujones económicos públicos que le permitan ganar dinero manteniendo su carácter de aerolínea de bajo coste. Es evidente que en este verano Peinador no ha contado con los 45.661 pasajeros que en los dos meses centrales de verano del año pasado volaron con dicha aerolínea a Barcelona, Dublín, Edimburgo, Bolonia o Milán Bérgamo. También lo es que no ha podido sumar a sus estadísticas los 7.213 que tenía la TAP en la ruta con Lisboa. Pero no solo ha ocurrido eso. La columna vertebral del aeropuerto vigués, la ruta con Madrid, ha dejado en los dos últimos meses 4.253 billetes menos que el año pasado, y ahí no tienen que ver ni Ryanair, ni la TAP. Afortunadamente, en lo va de año no se da esa tendencia y aún hay 27.476 pasajeros de margen en favor del 2019, pero no resta preocupación la bajada del verano en una ruta clave y que todavía no siente, pero sentirá, el aliento de la competencia del AVE, por mucho que este tenga que dar un rodeo por Santiago en sus viajes a Madrid. Los precios con Barajas no son competitivos, mientras en Oporto se ha creado un auténtico puente aéreo con la capital de España, que ya es su tercer destino más frecuentado, y en Santiago, Ryanair baja los precios hasta un punto desconocido en esa relación desde Vigo.
Algo similar ocurre en el segundo destino olívico, el aeropuerto de El Prat, en el que tras desaparecer la competencia, Vueling no ha dudado en reducir su número de aviones y no estirarse tanto en sus ofertas.
Con ese escenario, Peinador se ha demostrado en los últimos años como una terminal con potencial suficiente de viajeros, pero que se mueven hacia las terminales del norte o el sur en función de las ofertas y destinos que allí les presenten. Y ahí se abre el debate. ¿Lograr más rutas y aerolíneas a golpe de subvenciones? Están presentes en otros aeropuertos, pero solo funcionan si consolidan rutas, son capaces de contar con usuarios de llegada, y no solo de salida y estimulan la competencia.
Peinador está ante su encrucijada y no solo por dos meses malos.