Dos auxiliares del naval, al borde del preconcurso por los impagos de Barreras

La voz VIGO

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Oscar Vázquez

Asime se ha reunido hoy con los sindicatos para hablar de la situación del metal

21 oct 2019 . Actualizado a las 13:17 h.

Dos auxiliares del sector naval presentarán de forma inminente el preconcurso de acreedores al verse asfixiadas económicamente por los impagos del astillero Barreras. Así lo ha expuesto hoy el secretario general de la patronal gallega del metal, Asime, Enrique Mallón. 

Asime realiza hoy una ronda de contactos con los sindicatos para analizar la crisis del astillero, en preconcurso de acreedores. Malón ha recalcado que «muchas auxiliares no pueden aguantar su situación financiera» y ha conjeturado con que alguna, además de las dos empresas citadas, pudo ya pedir el preconcurso.

Ha hecho hincapié en que estas empresas que venían trabajando en Barreras «necesitan cobrar al menos parte de los créditos de forma urgente para poder pagar sus deudas», según recoge Efe.

«Es difícil que se puedan afrontar nóminas a final de este mes en varias de ellas. Hay empresas con deudas superiores al millón y los dos millones de euros, y muchas que no tenían una gran fortaleza económica financiera previa a esta crisis en Barreras ahora es absolutamente imposible que aguanten», ha descrito.

Mallón ha cifrado en 700 los trabajadores que se han quedado sin empleo tras solicitar Barreras el preconcurso de acreedores, y en otros 1.000 más pendientes del futuro del astillero de Beiramar.

Según explica, la situación puede agravarse, por lo que hace un llamamiento para buscar una solución urgente, en especial a los actuales accionistas.  Ha subrayado que en la reunión que mantuvieron la semana pasada, los representantes de Ritz Carlton y Oaktree le transmitieron su «compromiso absoluto» con las construcciones pendientes y con el futuro del astillero.

Mallón ha aclarado que ni en Asime ni en la plataforma de auxiliares afectadas tienen «ninguna preferencia por uno otro propietario», con lo que respaldarían «sin ninguna duda» que los actuales propietarios pusieran sobre la mesa una solución, que pasaría por una ampliación de capital.

Ha insistido en que «si alguien tuvo errores en su gestión, que son más que evidentes, hay que asumirlos e inyectar capital, y si no, dar paso a un nuevo accionista que, por suerte, parece que lo hay».