Ya tenemos moneda propia: el dino, cuya etimología recuerda a la palabra dinero, que viene de denario, la divisa romana que equivalía a diez ases. Pero en realidad procede de dinosaurio, que viene de deinós sauro y significa lagarto terrible, según el término acuñado en 1840 por un paleontólogo británico.
Sea cual sea su procedencia, el dino suena bien. Suena a pasta. Y, además, cotiza al alza, porque se paga a 49 euros según el cambio oficial. Es lo que pide la creadora de la nueva moneda, la audaz joyera viguesa Raquel Álvarez, que en su taller de las galerías Durán, en la calle del Príncipe, las vende a este precio. En su cara lleva al Dinoseto, y en la cruz, la noria navideña. Y, junto a su valor facial de un dino, se lee la divisa «La mejor ciudad del mundo».
Cuenta la entusiasta orfebre local que el año pasado hizo una primera versión de la moneda que llevaba en su anverso la efigie del alcalde coronado, con su nombre acuñado en metal noble: «Abel Caballero». Pero parece que la broma no agradó en la Praza do Rei, ya que desde el Concello le prohibieron comercializarla y solo la exhibe. Así que habrá que esperar a que Raquel Álvarez haga su primera tirada de billetes. Y, al igual que un sestercio eran dos ases y medio, un abel podría equivaler a cinco dinos. O a cien, si hace falta.
Así que en Vigo ya tenemos moneda propia, y esto es un paso más hacia la ciudad Estado que tantas veces ha propuesto nuestro alcalde. Tras la bandera y el escudo, era lo que nos faltaba. Eso, y el himno, que todavía se nos resiste. Porque aún va a resultar que, pasito a pasito, casi sin hacer ruido, nos estamos independizando…