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El siniestro del 94 en Peinador, calificado como uno de los 11 relevantes de España

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

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Se cumplen 26 años del accidente del que se extrajeron mejoras para la navegación

21 ene 2022 . Actualizado a las 13:38 h.

Este mes se cumplen 26 años del siniestro más grave que ha vivido el aeropuerto de Peinador desde que se inauguró en 1954. No hubo víctimas entre los 61 ocupantes del DC-9 de Aviaco bautizado con el nombre de Ponce de León. Solo se consignaron tres heridos de relevancia: fractura en una pierna del entonces secretario general de Comisiones Obreras Antonio Gutiérrez; un segundo pasajero con rotura de radio en el antebrazo de otro pasajero, y quemaduras de primer y segundo grado y arrancamiento de un ligamento de un tercer ocupante.

Pese a que el balance de heridos y desperfectos fue bajo en comparación con otros siniestros aéreos, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil ha incluye el accidente de Peinador entre los once que considera relevantes de cuantos tiene registrados en el espacio aéreo español. En ese listado figura el fatídico choque que dos Boeing 747 de KLM y Panam sufrieron en 1977 en la pista de los Rodeos (Tenerife) con 621 muertos. También se destaca el siniestro sufrido en Barajas en 1983 entre un avión de Iberia y otro de Aviaco: 51 muertos. O los 148 fallecidos en 1985 en el accidente ocurrido en el monte Oiz en Vizcaya al impactar contra una estructura metálica un Boeing 727 de Iberia.

El siniestro del aparato de Aviaco procedente de Madrid no ocupa afortunadamente ningún lugar destacado por sus consecuencias, pero es incluido entre los once más relevantes de la aviación española porque, de entrada, llevó a las autoridades norteamericanas a ordenar la investigación de todos los aparatos similares al siniestrado en Vigo para conocer el estado y evolución de sus trenes de aterrizaje tras advertir que se había partido el que no logró tomar tierra con normalidad el que pretendía hacerlo con normalidad en Peinador aquel 21 de marzo del 1994, en el que el avión tocó con unas torres de iluminación en medio de la niebla antes de impactar con el suelo unos metros antes de la pista.

No oyeron los avisos

«Aunque los tripulantes veían el principio de la pista, ninguno oyó los seis avisos que emitió el sistema de avisos de proximidad al terreno. Probablemente, la concentración en los estímulos visuales les llevó a ignorar los acústicos y, en consecuencia, a continuar sin variaciones la aproximación», indica el informe elaborado sobre el accidente. Del análisis del mismo se obtuvieron recomendaciones para el resto de la aviación que han contribuido a mayores a considerar el siniestro de Peinador como relevante.

Entre otras se recomendó hacer obligatorio el uso de auriculares en cabina y del sistema de interfonía, al menos durante todo el tiempo que la aeronave permanezca por debajo de los 10.000 pies (3.048 metros). También del caso de Vigo se extrajo la conclusión de que las tripulaciones solo mantengan en ese tramo final del aterrizaje comunicaciones internas sobre la operación, además de que se mejorase la calidad de emisión y grabación de las conversaciones en cabina.

BENITO

Ciento diez viajeros y seis tripulantes que se salvaron de un avión que acabó envuelto en llamas

El avión McDonnell Douglas DC-9 de Aviaco que volaba entre Madrid y Vigo tocó en las tres luces de una barra que indicaba la senda de aproximación a pista, situada 115 metros, justo cuando llegaba al tramo final del aterrizaje. La pata izquierda del tren tocó con la iluminación y luego contra el terreno. El eje de las ruedas se rompió y siguieron unidas a la aeronave solo por cables, impactando con el depósito de combustible del lado derecho, derramándose este por los 600 metros en los que la aeronave fue resbalando sobre el asfalto. En unos segundos todo empezó a arder. Los pasajeros salieron «de manera ordenada y sin pánico». Los heridas más relevantes se produjeron cuando saltaron hacia el exterior, como en la caso del sindicalista de Comisiones. Todos pudieron contarlo y la aviación mejorar incluso.