Povisa estrena sus urgencias en la segunda ola del coronavirus

VIGO

M.MORALEJO

El servicio de atención de emergencia está dividido en tres áreas, una exclusiva para sospechas de covid

04 nov 2020 . Actualizado a las 21:34 h.

El Hospital Povisa estrena su nuevo servicio de urgencias. La reforma que estaba en marcha ha concluido justo para el momento en el que se agrava la segunda ola del coronavirus. Era la tercera parte de la reforma integral del servicio que, según el jefe, Ángel Martín, ha primado la seguridad de los profesionales y de los pacientes. Actualmente, el departamento está dividido en tres zonas: una para personas con síntomas compatibles de covid-19, otra para otras patologías médicas y otra para pacientes quirúrgicos (heridas, cirugías, traumatológicos). La zona reformada es la médica, que pasa a contar con trece boxes (dos más que antes) y dos más para reanimación (uno más que antes). Además, hay ocho boxes en la zona de covid, dos en el área quirúrgica, cinco puestos más de atención y una zona de sillones y camillas con capacidad para doce plazas.

El jefe de servicio ha explicado que ahora hay telemetría para todos los enfermos. Esto permite hacerles un seguimiento en tiempo real, tanto desde el control de enfermería como desde la sala de trabajo de los médicos, sin necesidad de que el profesional esté con el paciente.

El lugar es un espacio abierto, donde los boxes no tienen tabiques sino cortinas, lo cual da mayor sensación de amplitud y permite un acceso directo a los enfermos. Además, hay dos boxes aislados con presión positiva o negativa según las necesidades, y otros dos con puerta para mantener la intimidad de los pacientes cuando es necesario.

En Povisa atienden cada día a unas 300 personas en urgencias. Con la epidemia de coronavirus la afluencia ha bajado y están en unas 220. El doctor Martín dice que son en torno a 40 sospechas de covid. La mayoría no son infectados, pero hay que descartarlo. Ángel Martín opina que en todos los servicios de urgencias hay momentos de sobresaturación «por la mala educación sanitaria de la población» y la epidemia está poniéndolo al descubierto porque las asistencias de emergencia se han reducido pero los casos graves siguen llegando. 

El director de servicios generales del hospital, Alfonso Pimentel, ha explicado que la reforma ha afectado a 600 metros cuadrados. El Grupo Ribera Salud invirtió 550.000 euros en esta obra, que se ha ejecutado en las últimas catorce semanas.