La mascarilla por el covid acaba con las bronquiolitis de los niños

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

Imagen de archivo de unos niños con mascarilla
Imagen de archivo de unos niños con mascarilla Sandra Alonso

Las urgencias infantiles se desploman: en noviembre fueron la mitad que en el 2019

09 dic 2020 . Actualizado a las 01:04 h.

En este año de pandemia, prácticamente no hay más virus que el coronavirus. En las consultas de pediatría de los centros de salud lo notan a diario y en las urgencias del hospital el efecto es evidente. El mes de noviembre suele ser el que marca el inicio de la temporada de bronquiolitis, la infección respiratoria infantil por excelencia. Hay varios virus que la causan, pero el que suele traer de cabeza a los padres y masifica los servicios de urgencias en esta época del año es el virus respiratorio sincitial (VRS). En este año de mascarillas generalizadas no está circulando.

Por eso, en el mes de noviembre las urgencias se han desplomado en el Hospital Álvaro Cunqueiro, que atiende a todos los niños del área sanitaria de Vigo (una población de 72.000 menores de quince años). Cada día de noviembre del 2019 el Cunqueiro atendió a 129 niños en urgencias. En el 2020 fueron 62 por jornada, que es un 52 % menos, según datos oficiales del Servizo Galego de Saúde.

«Esto indica que las mascarillas, la higiene de manos y las medidas de prevención funcionan, y que igual que cortan la transmisión del coronavirus cortan la de todos los demás patógenos», aclara la jefa de servicio de pediatría, Ana Concheiro. Hay un dato que explica con transparencia lo que está ocurriendo: «Tenemos 300 ingresos al año de bronquiolitis por el VRS, así que a estas alturas ya deberíamos llevar entre 50 y 70. Este año no hemos tenido ni uno solo por este virus». No es poco: de esos 300, media docena pueden acabar ocupando una cama de uci. Así que es mucho más que un catarro.

Sí ha habido alguna bronquiolitis -muy pocas-, pero por otros microorganismos. Porque, al igual que las urgencias, los ingresos de niños en el hospital se han desplomado: en noviembre 147 niños fueron hospitalizados; el año pasado, 215. «Tenemos poca ocupación en la planta», confirma Concheiro.

El VRS se transmite por gotas, es decir, por contacto con las partículas de saliva que expulsan otras personas al hablar, al toser o al estornudar -ya sea por contacto directo o por superficies contaminadas-. Como el SARS-CoV-2. Por eso, las medidas de prevención para este sirven para aquel.

Esto no quiere decir que el microorganismo haya desaparecido. Se han detectado algunos casos aislados, del mismo modo que las medidas restrictivas para el covid no han dejado el contador del coronavirus a cero. «Hay días que diagnosticamos dos o tres casos de covid y otros que ninguno», explica la jefa de servicio. En la primera ola hubo un ingreso por el nuevo coronavirus y en la segunda ha habido seis.

En atención primaria también están notando que el virus de las bronquiolitis no está circulando. «Las bronquiolitis y las reagudizaciones asmáticas casi han desaparecido de la consulta diaria por las medidas preventivas», expone Carlos Príncipe, pediatra en Teis. El exalcalde predice que la gripe dejará «menos de la mitad de casos que un año con pocos».

En la consulta de Chapela, Juan Sánchez Lastres tiene la misma percepción: «Hemos tenido algún cuadro catarral alto y hace unas semanas se veían laringitis, por el virus parainfluenza», explica, «pero no estamos teniendo bronquiolitis por virus sincitial». Lastres pone de relieve que este patógeno suele provocar complicaciones en los niños de menos de dos años. «Pero hay que ver qué pasa y qué ocurre cuando llegue la gripe estacional», matiza.

La jefa de pediatría del hospital suma otro dato a las medidas de protección: la concienciación. «La mayoría de los padres están teniendo cuidado de no mandar a los niños al colegio si tienen síntomas», dice.

El mes de la vuelta al cole, cuando afloraron los miedos al covid, fue el que menos notó el descenso en las urgencias y aun así fueron un 26 % menos que el año anterior. Pero el otoño ha sido cálido. En noviembre, sin lluvias y con cierre perimetral, hubo más actividad de ocio en la calle. Por eso en urgencias siguen atendiendo traumatismos. Y siguen existiendo las otras patologías que llevan a los niños al hospital: apendicitis, descompensaciones de enfermedades crónicas y accidentes.