El sorteo del Niño deja más de 1,3 millones en seis municipios del área
08 ene 2021 . Actualizado a las 11:44 h.Seis municipios del área metropolitana de Vigo repartieron ayer 1,3 millones de euros con la lotería del Niño. O Porriño, Tomiño, Mondariz, Cangas, Moaña y Mos fueron los afortunados en el sorteo de Reyes.
La administración de lotería conocida ya entre los clientes como la doña Manolita gallega por la cantidad de premios que reparte dio el gordo y el tercer premio del sorteo del Niño. Es el X de la Suerte de O Porriño que, tras el histórico triplete de Navidad, ayer batió una nueva marca. «No tenemos clientes sino amigos, porque lo que han hecho nuestros vecinos estando aquí a la lluvia este año para que le pudiéramos atender es demasiado. Este premio es para todos», afirmó Andrés Martínez. El lotero asegura que nunca se cansará de tener que abrir botellas de champán con su hijo Benjamín. Al más joven, la noticia le llegó mientras abría los regalos en casa. «‘¿Qué le pasa a papá que no para de saltar?’, le preguntó mi hija a su madre cuando supe que habíamos dado el tercero. Al salir el primero, poco después, empecé a gritar tanto que hasta la vecina llamó por si había pasado algo», explicaba Benjamín Martínez en plena calle mientras los vecinos celebran con ellos la buena suerte. «Con el tercero ya teníamos bastante, pero dar también el primero es demasiado» . En la administración porriñesa, en la que las colas daban la vuelta a la manzana en las últimas semanas pese a las restricciones, se han vuelto a superar en ventas y premios haciendo crecer su leyenda.
En el bar Pósito, ubicado en la calle Concepción Arenal de Moaña, también estuvo de celebración. José Antonio Verde repartió un décimo del 05587 dotado con 25.000 euros. Ya en julio de 2015 dio un megapremio de 41 millones de euros en el Euromillón y su panel ha hecho a ricos a muchos en el pueblo. «Estamos contentísimos. Repartir dinero siempre es bueno, pero este año lo es más que nunca», explica Verde Vieira.
También arrancan el año con buen pie las administraciones de Tomiño, Mondariz, Cangas y Mos. Para algunas ha sido su estreno en el ránking de los grandes premios y sorteos, como en el puesto receptor de la avenida de Peinador, en Tameiga, o en el bar Milay de Mondariz. En Tomiño se vendieron cuatro décimos del 19570, premiado con 200.000 euros cada boleto, en un establecimiento de la calle Gondomar. Su propietario Gonzalo Fernández repartió 800.000 euros. Los billetes se vendieron en máquina y los adquirió la misma persona, para repartir entre sus allegados. Es la primera vez que dan uno de los premios grandes del calendario lotero español. «Habíamos dado algunos premios en el 2014, pero hoy es el culmen. Estamos muy contentos y será gente conocida del municipio al haber habido confinamiento», explicó poco después de tener que abrir su establecimiento ante las llamadas de amigos y vecinos que le dieron la buena nueva.
Con el primero estrenan también año y tabla de premios en el bar Milay de Mondariz, un negocio con más de tres décadas de tradición. «Es la primera vez que damos un premio así. Estamos muy contentos y emocionados porque debió ganar alguien del pueblo y en un año especialmente difícil para todos», destacó su propietario, José Manuel Álvarez Toucedo.
En Mos y Cangas repartieron la suerte con segundo premio, que correspondió al número 03436, dotado con 75.000 euros al décimo. En el estanco Rozabales, de Chelo Millán, estaban felices. «Hemos dado la suerte en Aldán, que es la ría más bonita del mundo», confirma su propietaria. «Estaba repartiendo los Reyes cuando me he enterado. En Navidad estaba más preparada para dar un premio, pero esta vez me ha cogido por sorpresa», señaló mientras brindaba.
A Tameiga la noticia les llegó a través de La Voz. «¿Está usted segura? Mire que en Mos hay más administraciones», contestaba al descolgar el teléfono Nuria Pereira. La sorpresa enmudeció por un momento a este receptor mixto ubicado en la avenida de Peinador. «Nos han dado la mayor de las alegrías. Nunca habíamos dado un premio así en cuarenta años, porque el puesto ya era de mi abuelo», reaccionaba su emocionada y orgullosa nieta.