La plantilla está expectante ante la continuidad del astillero
14 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El grupo Argos, propiedad del empresario José Alberto Barreras, prevé cerrar hoy la compra del astillero Vulcano. Para ello hace falta que entregue la totalidad de la cantidad exigida por el juzgado de lo mercantil número 3 de Vigo de acuerdo con los administradores concursales, en torno a tres millones. El juzgado ya ha remitido a las partes la documentación para llevar a cabo la firma y ambas creen que es posible llegar a un acuerdo.
No obstante, está pendiente de emisión el informe del tribunal de conflictos al que acudió la Autoridad Portuaria de Vigo para que dictaminase sobre la concesión. La actual acaba en el año 2027 ya que en su día el astillero no hizo nada por prolongarla. El grupo Argos quiere continuar con ella más allá de ese horizonte temporal. Es la manera que encuentra para amortizar la inversión necesaria para la factoría de Teis. Vulcano está mejor que el astillero de Huelva, donde también ha puesto un pie el grupo que dispone de otras factorías de menor tamaño en Ceuta y Turquía, donde lleva a cabo construcciones y reparaciones de yates de recreo.
Mientras tanto, la plantilla se encuentra a la expectativa de que se materialice la compra total de las instalaciones El grupo depositó una parte de dinero en el juzgado, 70.000 euros y otra cantidades mayores en las cuentas corrientes bancarias donde tendrá que culminarse el pago. El cierre de la operación urge porque el astillero lleva cerrado ya un año y medio y durante este tiempo las instalaciones junto al mar se estropean a pesar de que existe un mantenimiento básico.
Los trabajadores señalan que «la industria naval es fundamental y lo hemos visto ahora con la pandemia en la que se ha puesto de manifiesto que otros sectores como el turismo y la hostelería están hundidos», dice Francisco Guizán. A los empleados de Factorías Vulcano que se quedaron en paro en el verano del año 2019 se les han acabado las prestaciones de desempleo y confían en volver a la grada.