El Gran Peña no participa del «circo» y se queda sin ascenso

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El equipo vigués, con nueve jugadores , protagonizó una sentada permanente en un partido que duró ocho minutos y que ganó el Juvenil, que asciende

26 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gran Peña se quedó sin ascenso tras perder su partido de ayer frente al Juvenil de Ponteareas en el campo de Pardellas, una cita que en realidad fue una puesta en escena en la que hubo un gol, pero no hubo fútbol. El equipo vigués, con siete jugadores confinados por positivos por covid-19 o contactos estrechos, no reunió a los hombres suficientes para confeccionar un once e hizo acto de presencia para evitar un posible descenso administrativo. La victoria de su rival, sumada a los otros resultados de la última jornada -ya suspendida en su momento por covid y que se tenía que haber jugado hace un mes- le dejan en Preferente. Ascienden el propio Juvenil y el Arnoia, que venció al Areas (3-2).

El equipo vigués solo disponía de nueve jugadores para el partido y la opción de los futbolistas y del cuerpo técnico hubiera sido no presentarse, pero lo hicieron ante la amenaza de descenso administrativo del club. Salieron con una pancarta denunciando que otros intereses primaran sobre su salud y haciendo gestos de sentirse esposados. A continuación, realizaron una sentada, levantándose únicamente para los lances imprescindibles, como el saque de centro tras el gol.

Ese tanto llegó después de unos instantes en los que los jugadores del Juvenil de Ponteareas permanecieron en shock sin saber cómo actuar ante la sentada visitante. Finalmente, decidieron que su gol subiera al marcador sin oposición rival alguna y tras unos ocho minutos, las lesiones de los jugadores visitantes propiciaron que no hubiera futbolistas suficientes para seguir con el choque y el colegiado decretó el final.

El técnico del club, Claudio Giráldez, no oculta su malestar por lo que considera «un circo». «Es paradójico que los equipos que decidieron no jugar no desciendan y nos amenazaran a nosotros con el descenso», argumenta. Sostiene que «nadie debe jugarse la vida, y menos en el fútbol no profesional; lo primero es la salud» y que les han obligado sin justificación alguna. «Nos sentimos engañados. Es una vergüenza, un atraco, una pantomima, una atrocidad. La falta de consideración es tremenda», lamenta.

Giráldez recuerda que les notificaron el viernes que debían jugar ayer. Y que se suspendieron partidos durante la temporada con menos positivos que los registrados en este caso. «Y nadie fue a comprobar que los datos que pasaban los clubes eran ciertos. Aquí sí vinieron y saben que no mentimos», recalca al tiempo que lamenta que otros clubes implicados pusieran en duda la veracidad de sus positivos.

El entrenador considera que sus jugadores, que querían disputar el partido si se hubieran dado las circunstancias óptimas para hacerlo, «han dado una lección como llevaban haciendo toda la temporada» y se siente orgulloso de ellos. Al mismo tiempo, lamenta que hayan tenido que vivir esa situación. «Al final aparecen el poder, el dinero y otros intereses que se nos escapan y que te hacen perder la ilusión», concluye.