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Margui, la pequeña gran mujer que arrasa en TikTok con tres millones de seguidores

Daniel Portela Otero VIGO / LA VOZ

VIGO

Margui también se hizo conocida tras su paso por el programa de televisión «Cámbiame»
Margui también se hizo conocida tras su paso por el programa de televisión «Cámbiame» Oscar Vázquez

La viguesa se enfrenta a comentarios diarios en la Red por su reducida estatura

21 ago 2021 . Actualizado a las 22:31 h.

Menos de un minuto se necesita para triunfar en TikTok. A veces, ni quince segundos. Es la red social por excelencia del vídeo breve, donde todo vale. Los contenidos de humor y baile son los más populares, pero no hay única fórmula para lograr el éxito. Esta plataforma ha sido el trampolín a la categoría de influencer para Margui (Lanzarote, 1998), alias de Margarita Gómez. Esta conejera (gentilicio coloquial de los nacidos en la isla canaria) afincada en Vigo se está acercando a los 3,5 millones de seguidores. Sus vídeos con bailes y mensajes de ánimo a la gente arrasan. En Instagram y en YouTube, plataforma a la que ya no dedica su tiempo, «solo» tiene otros 200.000.

«Hay gente que dice que soy conocida por mi movilidad reducida -Margui nació con acondroplasia, la forma más frecuente de enanismo- y yo les digo: ‘Hay mucha más personas así que no son conocidas'». Está segura de que su positividad y su alegría han jugado un papel determinante en su éxito en la Red. A pesar de recibir «muchísimos» comentarios sobre su estatura, ella muestra seguridad en su respuesta, incluso sin cámaras de por medio.

Para Margui, toda red social tiene dos caras. En una, está quien critica y propaga odio; en la otra, quien la utiliza como vehículo de expresión o entretenimiento. «Algunas tenemos la suerte de poder influir, crear contenidos…». Tanto en Instagram como en TikTok busca un impacto positivo. En uno de sus últimos vídeos compartió los comentarios más habituales que recibe («eres un duende», por ejemplo) y animó a sus seguidores a hacer lo mismo. «Hay personas que me cuentan que han superado malas etapas gracias a mí», explica aún sorprendida.

En enero se viralizó uno de sus tiktoks donde fingía estar en una pelea. «Para mí, era comedia, no me creo más que nadie», justifica. La gente respondió con la opción dúo de la plataforma, que permite grabar una reacción al vídeo original en pantalla partida. La mayoría de las respuestas, burlándose de ella, estaban grabadas desde abajo y los usuarios simulaban enfrentarse a Margui. Incluso al feedback desfavorable le da la vuelta: «Me lo tomé a bien. Dicen que cuanto más hablen de ti, más creces».

Su número de seguidores empezó a subir tras su paso por Cámbiame, un antiguo programa de televisión enfocado en el cambio de imagen. Esta experiencia, sin embargo, le decepcionó. «Salí igual que entré», recuerda. Su motivación eran las dificultades que encuentra a la hora de vestir: «Es una injusticia que una persona como yo no pueda disfrutar de la moda». Esperaba un cambio radical y sintió que su paso por el programa fue «puro teatro». «El pelo me lo dejaron igual, me pusieron un traje que cortaron y me cambiaron el color de los zapatos», explica. El calzado es lo que más problemas le ocasiona. Calza una 29, una talla que no es habitual fabricar para adultos. Su obsesión son los tacones, que no se suelen adaptar a su pie: «El otro día me compré una 35. Me sobra un cacho, pero me da igual lo que diga la gente».

Con sus seguidores es transparente en su vida personal. En sus primeros años en TikTok, los vídeos con más visualizaciones eran los que grababa con su ahora expareja, Andrea. «Fue la primera chica con la que estuve y fue la primera que ellos conocieron. Les gustaba porque a ella no le importaba cómo estaba yo, les encantaba cómo brillábamos juntas». Por su orientación sexual también ha recibido críticas: «Eso estaba mal, y aún encima conmigo. ¿Cómo alguien a lo que ellos llaman normal puede estar con alguien como yo? La gente critica todo. Hagas lo que hagas, te van a criticar». Parece su mantra, ya que lo repite varias veces. No le importa lo que digan de ella. Ahora, con todo, atraviesa una etapa de ansiedad. «En el fondo es posible que me afecten los comentarios. Pero ya he dicho que si he sido fuerte, lo volveré a ser».

«Hay mucho interés y falsedad entre los influencers»

TikTok empezó como un hobby: «No buscaba seguidores, lo hacía porque desde pequeña me gustó bailar. Empezaron a conocerme porque hacía vídeos sin importarme los comentarios». Lo compara con Instagram y lo tiene claro: es más fácil crecer en seguidores en TikTok. Desde hace unos años, el algoritmo de la primera prioriza en visibilidad a quien paga por anunciarse, cuenta Margui. A pesar del éxito, se mantiene firme en la importancia de ser una misma y «hacer lo que te gusta porque te gusta». Reniega del «interés y la falsedad» que ha encontrado entre influencers: «Hay gente que se lo cree demasiado. Antes me llevaba con muchos y, cuando empezaron a crecer, dejaron de seguirme y de contactar conmigo».

TikTok ha dejado de ser solo una afición y ahora saca rédito de sus vídeos. Al principio, acudió a la monetización de la red social, pero notó que, una vez activó esta opción, la plataforma ya no recomendaba sus vídeos. Sospecha que para no pagarle más. Por eso prefiere trabajar con agencias, que la llaman para campañas publicitarias puntuales: «Empecé a trabajar con una de Colombia. Después, me empezó a contactar gente de Miami, México, etc. Vieron que conmigo funcionaba y se fue corriendo la voz». Compagina sus ingresos como influencer con otro trabajo, aunque ahora está de baja. Su próxima meta es estudiar inglés.