La crisis de los microchips se lleva por delante 900 empleos de Stellantis Vigo

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Stellantis Vigo
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Se suspende el turno de fin de semana en el que trabajan jóvenes eventuales

14 sep 2021 . Actualizado a las 01:25 h.

Lejos de ceder, la crisis provocada por el desabastecimiento mundial de microchips arrecia en el centro de producción de Stellantis en Vigo, que ayer anunció una de las medidas más drásticas forzadas por una situación que dura ya más de un año. La factoría ha decidido suspender de forma temporal el turno de trabajo de fin de semana en el sistema 2 de montaje, en el que se producen las furgonetas Peugeot Partner Rifter, Citroën Berlingo, Grand C4 SpaceTourer, Opel Combo y Toyota Proace City.

La medida supone una vuelta de tuerca a la pérdida de producción provocada por la falta de componentes electrónicos que supera ya las 70.000 unidades en lo que va de año. Pero las peores consecuencias recaen esta vez sobre el empleo.

En este turno eliminado y sin fecha estimada de vuelta a la actividad trabajan 900 empleados, todos jóvenes, 800 de ellos con contrato eventual, que verán rescindidos sus contratos. Los otros 100 serán recolocados en los demás turnos pero, según han explicado fuentes sindicales, esta reubicación de los fijos del cuarto turno obligará a suprimir 100 puestos eventuales más del conjunto de la plantilla, que en estos momentos se eleva a 7.500 trabajadores.

Según explicó Stellantis en un comunicado, «esta decisión tiene por objeto lograr una organización de la actividad productiva más adaptada a la actual situación, adecuando la producción a la disponibilidad de componentes y permitiendo mantener un calendario de trabajo más regular». La dirección de la planta ha añadido que «en los próximos días se iniciará un proceso de negociación con la representación social para gestionar las necesidades asociadas a la suspensión temporal de la actividad en el citado turno así como la fecha concreta de suspensión».

Temor al futuro

Confirmado el ajuste, CC.?OO. manifestó sus dudas sobre la efectividad de la decisión tomada para evitar nuevas paradas de producción. «Las más beneficiadas por este desmantelamiento del cuarto equipo serán el resto de las fábricas del grupo, ya que en Vigo dejaremos de consumir piezas en el fin de semana, que se repartirán entre todas las plantas de la firma en Europa», manifestó la central sindical, que calificó de «muy duro» el impacto social que implica esta decisión en la comarca de Vigo.

UGT, por su parte pidió a la empresa que «trate de respetar los contratos en vigencia del personal eventual, y que aquellos trabajadores que no puedan completar su contrato, tengan preferencia a la hora de realizar nuevas contrataciones».

La representación de los trabajadores empieza a poner en tela de juicio si será suficiente con los 60 días de expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) pactados para afrontar esta crisis, y de los que ya van consumidos casi la mitad en lo que va de año.

Los parones de Stellantis en Vigo tienen un inmediato efecto dominó sobre el parque gallego de proveedores (más de 120 fabricantes de componentes). Los que trabajan en síncrono con la planta de montaje, como Faurecia Asientos, Faurecia Escapes, Plastic Omnium, Lear Asientos o SMRC Automotive han tenido que parar por completo al mismo tiempo que la factoría.

En total, según estimaciones de los sindicatos del sector, desde enero la automoción gallega ha mandado para casa a más de 20.000 trabajadores, de una plantilla total de más de 28.000 (incluidos los 7.500 de Stellantis). Todas estas empresas tienen en vigor expedientes de regulación temporal de empleo desde el pasado enero, que en breve tendrán que volver a ser revisados si las paradas de la factoría de Stellantis continúan.

La planta de Vigo, cuya producción estimada diaria en sus dos ejes de montaje es de 2.300 vehículos, es ya la fábrica española más afectadas por la escasez de chips.