
El Concello lleva dos meses esperando recibir una pieza para la reparación
23 nov 2021 . Actualizado a las 00:16 h.La crisis de suministros tiene la culpa de que el ascensor que salva el desnivel entre las calles Marques de Valterra y Torrecedeira lleve dos meses pendiente de arreglo. Fuentes oficiales del Concello indican que es necesario el recambio de una pieza, pero esta nunca llega. Lo peor es que no hay fecha para poder reunir todos los materiales de importación necesarios para que el elevador vuelva a funcionar. Es el mismo problema en el que se están viendo muchos empresarios del sector de la construcción. La falta de suministros y escasez de materias primas les ha puesto en jaque con retrasos en las obras y subidas de precios. También han cambiado las condiciones de venta de la pieza que le falta al ascensor, pero lo más grave es que nunca llega.
La situación ya acaba con la paciencia de muchos usuarios. Muchos ciudadanos acuden al ascensor, aprietan el botón para llamarlo, pero nunca llega. Entonces se dan cuenta de un cartel con fecha del 3 de octubre indicando que el elevador no está operativo por razones mantenimiento y reparación. «Han tenido tiempo de sobra», ha escrito alguien a bolígrafo en la hoja, dando muestras del malestar vecinal.
La alternativa más corta que tienen los ciudadanos es tomar las escaleras que unen ambas calles unos 50 metros más adelante en dirección al Barrio do Cura. Pero las personas mayores se quejan de que esta lleno de verdín y que resulta muy fácil caerse. «Un día resbalamos y nos matamos ahí», protesta Ángeles una vecina de 71 años. «A mucha gente que ya tenemos una edad nos cuesta mucho subir por aquí», afirma. Todos los días utilizaba el ascensor para ir a hacer la compra a Torrecedeira porque vive en la calle Instituto Oceanográfico y en su zona no hay supermercados.

Víctor Manuel Díez Lema, que camina ayudado por un bastón en dirección al albergue, lamenta «la falta de previsión» para evitar que el ascensor esté tanto tiempo parado. «Si fuéramos un poquito más previsores no nos pasaba esto», afirma.
El ascensor parado causa muchos inconvenientes a numerosos vecinos de la zona. En Marques de Valterra, Elisa se queja de que no puede llevar a la peluquería a su suegra, que se encuentra en silla de ruedas. Tampoco a darle un paseo por Torrecedeira como le gustaba hacer hasta hace dos meses.
Mayores afectados
Francisco Bello Besada, de 83 años, señala que «hay personas de la tercera edad que tienen que subir las escaleras y les cuesta muchísimo». El ascensor fue inaugurado en diciembre de 2018 cuando se llevó a cabo una importante humanización en la zona. Las obras supusieron una inversión total de 870.000 euros de los fondos europeos.
Muchas personas ya se han acostumbrado a utilizarlo y ahora lo echan en falta. Pese a que hace solo tres años que está en servicio, la instalación se observa ya a simple vista muy deteriorada por efecto de la humedad. Las partes metálicas se encuentran oxidadas y ofrece un aspecto de como si llevara mucho más tiempo.