El formateo del Flic Flac

X. R. C. VIGO

VIGO

XOAN CARLOS GIL

El club vigués de acrobática escenifica los efectos de la pandemia en el deporte, con bajas, pero volviendo a la competición y reinventándose para afrontar el futuro

03 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los efectos de la pandemia han golpeado incluso a clubes de referencia como el Flic Flac vigués de gimnasia acrobática. El 2021 recién finalizado ha sido un año de cierta vuelta a la normalidad competitiva, pero también un curso de reseteo, de volver a empezar después de sufrir bajas, de gimnastas y entrenadores, por el tortuoso camino que el deporte minoritario atraviesa, y sortea, desde marzo del 2020.

«O 2021 foi o ano no que recuperamos certa normalidade na competición, pero tamén o ano no que tivemos máis baixas», comenta Jorge Méndez, alma máter del club y exseleccionador nacional de la modalidad. El aspecto positivo viene dado porque ya se pudo celebrar el campeonato gallego y el de España, también el internacional de Maia, cita de referencia, aunque en éste fuese online. El negativo, porque el número de bajas fue grande en cantidad y en calidad: numéricamente pasaron a la mitad y a nivel de rendimiento deportivo perdieron piezas importantes.

«Tivemos que dar dous pasos atrás para no futuro dar tres cara adiante», apunta Méndez, que pone como ejemplo el equipo júnior que acaban de formar: «Agora temos un equipo practicamente novo, onde ninguén repite con ninguén». Eso significó para el cuadro técnico un esfuerzo titánico que comienza por la labor psicológica: «Eran rapaces de categorías de base ou escolar e de súpeto vense competindo en categoría absoluta e o primeiro era convencelos de que son quen. E estamos moi satisfeitos da súa resposta e da das familias», aventurando el técnico que podría haber alguna sorpresa positiva de cara al final de temporada.

A nivel numérico, el 2021 tampoco fue un buen año. «A nivel de formación e escolas, foi unha perda masiva», dice Jorge Méndez sin buscar eufemismos. Una merma que viene dada en gran medida por la dismunición de actividades en los colegios con respecto al contexto prepandémico y porque las escuelas deportivas municipales del Concello de Vigo no se abrieron hasta el 22 de noviembre, cuando muchas familias ya tenían sus actividades comprometidas. También perdieron captación en delegaciones importantes como Cangas. «Estamos con menos da metade da masa de iniciación, a non competitiva. Cando a estas alturas deberíamos estar con máis de 400 nenos e nenas, agora estamos nos 200».

Un aspecto que tiene una primera repercusión a nivel deportivo, y una segunda en lo económico. Además el Flic Flac, entidad que se ha caracterizado a lo largo del tiempo por cuidar su estructura al máximo, tuvo bajas significativas en su cuadro técnico por motivos personales.

Pero la escuadra viguesa ha llegado el punto de inflexión. «Isto é como un formateo do ordenador. Estivemos instalando os programas de novo e agora imos a traballar con eles», comenta el alma máter, que en su análisis encuentra otra descriptiva metáfora: «É como se tivesemos un accidente de tráfico. Primeiro levas o golpe, despois fas balance do sucedido, ves como podes facer e agora estamos en fase de recuperación». Una cuesta arriba que debe apreciarse ya en el 2022.

Aunque el año comienza con descanso. A diferencia de otras Navidades en las que intensificaban la preparación, en esta ocasión han optado por descansar desde el fin de año hasta el 10 de enero. «Era algo que antes non faciamos, sobre todo polo equipo técnico. Véxoslle as caras e están cansos». Cargar las pilas en la festividad de Reyes para regresar con fuerza.

El surf como remanso de paz

A nivel personal el mar se ha convertido en el refugio para Jorge Méndez. «A min tocáronme moitas decisións, algunhas de mal grao, e cando estaba todo en orde máis ou menos, xa puiden ocuparme un pouco de min», comenta el vigués, que considera el surf su momento de recreo.

Jorge se ha decantado por el longboard, modalidad que califica de más tranquila y que le permite «estar no mar e respirar. Alí non me poden chamar, ninguén me molesta e non me da tempo a pensar, só remar e coller as ondas. Serve a nivel mental para cargar as pilas». Su remanso de paz para mantener al Flic Flac en lo alto de la acrobática.