El presidente de la Xunta y el alcalde polemizan sobre el proyecto de la nueva autovía entre Vigo y O Porriño
04 feb 2022 . Actualizado a las 23:43 h.El presidente de la Xunta y el alcalde de Vigo se han cruzado hoy dos cartas a propósito de la nueva autovía entre la ciudad y el municipio de O Porriño. En ellas, deslizan varios zascas y se reprochan falta de apoyo al proyecto. Alberto Núñez Feijoo reiteró primero a Abel Caballero que siempre ha defendido la construcción de un nuevo trazado para ese peligroso vial ante el Gobierno central, desde hace años y también en la etapa del PP. Al ver que no se hacía nada, explica, en la última reunión que mantuvo en Madrid con la ministra de Transportes le planteó que «mentres non se materializa a nova autovía, o Goberno central debe levantar a peaxe para que os cidadáns non sigan pagando o inmobilismo do Goberno central». Al final de la misiva, el jefe del Ejecutivo autonómico invita al alcalde de Vigo a aclarar su postura y a ser tan reivindicativo con el Gobierno central como lo es con él. «Quisera saber se conto co seu apoio nesta dobre proposta, ou se a petición do levantamento da peaxe lle supón algún inconveniente». «Pídolle que, de forma paralela ás aclaracións que me solicita, sexa tamén activo para trasladarlle ao Ministerio de Fomento estas dúas reivindicacións».
Caballero respondió a Feijoo recordándole que lo que le planteó directamente a la ministra fue liberar el peaje, no hacer el vial, para «ahorrarnos los 350 millones que vale esa autovía», según las propias palabras que habría empleado el presidente de la Xunta. «Entendo da túa carta que estás rectificando e, polo tanto, te insto a que te desculpes coa ministra e coa cidade», le espeta el regidor.
El pleno municipal celebrado hace unos días planteó la misma reindicación que defiende Feijoo en su carta: liberar de pago el tramo de la AP-9 entre Vigo y O Porriño mientras no se construye la nueva autovía. La iniciativa se aprobó con los votos del PSOE (no se sumaron ni PP ni Marea de Vigo ni BNG) y en ella instaban a Feijoo a dar explicaciones.
El ansiado vial lleva cerca de dos décadas pendiente, desde que la actual conexión se convirtió en una trampa mortal para los conductores y hubo que rebajar drásticamente la velocidad y colocar radares para evitar los accidentes.