La concesionaria del transporte urbano alega que sus pérdidas superan los 14 millones y da un ultimátum a los trabajadores para que acepten bajarse el sueldo
31 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La empresa del transporte urbano de Vigo, Vitrasa, lanzó ayer un ultimátum a sus trabajadores: o aceptan rebajarse el sueldo en los próximos días o acudirá a la Comisión Tripartita Galega para lnaplicación de Convenios Colectivos, vinculada a la Consellería de Emprego, en busca de una solución extrajudicial. La concesionaria municipal dio a entender en un comunicado que está al borde de la quiebra. Asegura que acumula más de 14 millones de euros de pérdidas desde que se inició la pandemia por la pérdida de viajeros y que necesita reducir costes como sea por una cuestión de «supervivencia» porque prevé continuar en números rojos al menos dos años más. De hecho, cifra en más de un millón las pérdidas adicionales que ya acumula en los dos primeros meses de este año.
Vitrasa carga contra el comité de empresa. Lo acusa de estar desconectado de la realidad y de no haber presentado «nin unha soa oferta nin amosar intención de atopar puntos comúns coa organización» desde que le planteó a los representantes laborales una propuesta para rebajarse los salarios un 30 % de forma temporal. Sin embargo, la empresa si propuso en los últimos encuentros mantenidos con el personal, la posibilidad de compensarles cuando, dentro de unos años, reequilibre sus cuentas. Vitrasa acusa al comité de no tener interés en la supervivencia de la compañía y negar que la empresa se encuentre en una situación de pérdidas desde hace dos años. Prevé que la situación continuará a lo largo de este año y el próximo. Recuerdan que el autobús urbano de Vigo perdió entre 2020 y 2021 un total de 16 millones de viajeros, mientras seguía prestando el mismo servicio previo a la pandemia. La empresa asegura que siempre actuó «con total transparencia», comunicando desde el primer momento la situación al comité y haciéndole partícipe de la búsqueda de soluciones mientras trabajaba en mantener el bienestar de las cerca de 400 personas que forman la organización. «Insistimos en que o momento no que se atopa Vitrasa é o máis difícil nos seus 55 anos de historia e é esta situación a que obriga a tomar medidas temporais de contención de custos ao non conseguir o reequilibrio do contrato polos efectos derivados da pandemia». La patronal se defiende argumentando que las condiciones laborales de los trabajadores de Vitrasa seguirán siendo más favorables que las del convenio colectivo sectorial de la provincia de Pontevedra.
Las ayuda que el Concello ha proporcionado a la empresa no ha sido suficiente para superar este bache. El gobierno municipal autorizó a la concesionaria un incremento de cinco céntimos en el precio del billete a partir de este año, pasando de 1,35 a 1,40 euros. Las arcas municipales compensaron a Vitrasa, pero solo durante los meses del confinamiento. Le abonó 2,1 millones de euros y le otorgó otra ayuda de 3,5 millones provenientes del gobierno de Pedro Sánchez.