Estela Doiro sortea una enfermedad degenerativa con audífonos

x r. c. VIGO

VIGO

BM COSTA DEL SOL

La jugadora guardesa confirmó en la pandemia que tenía problemas de audición y, al no poder operarse por el balonmano, apostó por el aparato y mejoró su calidad de vida

09 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Estela Doiro (A Guarda, 1990) descubrió en plena pandemia que tenía un problema auditivo. La jugadora del Balonmano Málaga Costa del Sol notaba que a veces tenía que subir el volumen de la televisión para escuchar desde hacía tiempo, pero con las medidas del covid, todo se agudizó por las mascarillas y las mamparas protectoras. Por eso decidió ir el otorrino, le diagnosticaron una enfermedad degenerativa y hereditaria y le recomendaron operarse y ponerse un implante coclear, pero como era incompatible con el balonmano, apostó por un audífono y su calidad de vida ha aumentado de un modo considerable. Esta tarde (17 horas), será una de las amenazas del Porriño.

«Hace años comencé a escuchar peor, me di cuenta de que necesitaba poner el volumen de la televisión más alto», rememora Estela. Aquel aviso se convirtió en un problema serio cuando las mascarillas taparon las bocas y las mamparas de protección actuaron como muro en sitios tan cotidianos como la caja de un supermercado. «Comencé a preocuparme cuando fue el tema del covid con las mascarillas y cuando ponían los paneles. A la hora de entender a la chica del banco o del súper me costaba mucho y entonces decidí ir al otorrino a hacer una revisión y ver cómo atajar un problema real, porque me limitaba», comenta.

Y el especialista enseguida dio con la clave. «Me dijeron que se trataba de una enfermedad degenerativa y hereditaria. Mi abuela tienen pérdida de audición sobre todo de un oído, mi tío también». La solución que le dieron para frenar la pérdida audición era operarse y poder un implante coclear, pero el remedio le obligaba a dejar el balonmano, algo a lo que ella no estaba dispuesta. «Con los golpes que te dan en la cabeza, se te puede mover o tener cualquier tipo de problema. Entonces, mientras siga jugando a balonmano, no me operaré. Sí que es verdad que es una cosa que valoro para el futuro».

La solución temporal pasa por usar unos audífonos que le han mejorado el día a día. «La calidad de vida ha mejorado mucho y estoy mucho más cómoda con ellos», dice. El único problema es que no los puede usar ni en los partidos ni en los entrenamientos. «Con cualquier golpe, se puede romper y es un pastizal lo que cuesta. Es verdad que son unos audífono supersónicos que van sincronizados con el móvil, con la tablet, escucho la música por ellos, son una pasada, pero no puedo jugar con ellos». En materia deportiva, solo los utiliza para las sesiones de gimnasio.

Y aunque no los tenga para el balonmano, tiene sus trucos para no perderse detalle. «A veces tengo que prestar más atención a las indicaciones o ponerme más cerca. Me lo tomo con naturalidad y si tengo que preguntar, pregunto». Nada limitante para una de las mejoras jugadoras del balonmano gallego.

«Porriño tiene una buena plantilla y en su casa son muy fuertes», dice del rival de hoy

El Balonmano Málaga de Estela Doiro visita esta tarde al Porriño, un equipo que para la guardesa tiene más nivel del que indica la clasificación y que como local le ha planteado problemas a los más grandes de la División de Honor femenina.

«Va a ser un partido duro. Porriño, para mí, tiene una buena plantilla. Igual no le salieron las cosas al principio como se deseaba y en su casa son un rival muy fuerte. De hecho, el Bera Bera y el Rocasa han perdido puntos y lo han pasado muy mal», recuerda. Asegura que van con el respeto y con todas las ganas para «intentar sacar estos dos puntos complicados», comenta la central, que está muy contenta del desarrollo de la temporada: «A principio de curso nos marcamos unos objetivos que eran clasificados para la Copa de la Reina, pelear por los cuatro primeros puestos e intentar llegar a la final de la EHF y, de momento, todos los hemos alcanzado».

El Porriño de Isma Martínez, un técnico al que conoce y admira, quiere protagonizar la sorpresa de la jornada. «Es un partido que llevamos esperando desde hace mucho tiempo porque allí estuvimos terribles», recuerda. Perdieron aquella contienda por doce goles (36-24) y ahora quieren demostrar que todo es distinto. «Nos sacaron de la pista y es algo que no podemos dejar que vuelva a suceder. Debemos mostrar nuestra imagen real».