La Hemeroteca: En mayo de 1963, el archipiélago fue el escenario de unos ejercicios militares en los que fueron cañoneados los acantilados exteriores antes de que se produjera un desembarco de infantes de Marina
12 may 2022 . Actualizado a las 01:47 h.Más de uno pensará que es una broma, pero no. La operación Pato 1 incluyó el bombardeo de los acantilados de las islas de Faro y Monteagudo en las Cíes, así como el ametrallamiento desde aviones de combate de la playa de Rodas, el 4 de mayo de 1963. Con ese nombre tan aéreo y acuático se denominó el despliegue por tierra, mar y aire ejecutado por navíos de la Armada, la Agrupación Especial de la Infantería de Marina con base en Cádiz, guardiamarinas de la Escuela Naval Militar de Marín y aviones de la fuerza aérea y de mar. Los supuestos enemigos eran soldados del Regimiento Murcia 42, la histórica guarnición de Vigo desde finales del siglo XIX, que contaban con artillería y cuatro rampas de lanzamiento de cohetes que estaban en cuevas, al resguardo de los aviones y el fuego de la artillería.
El supuesto táctico se centraba en la conquista de las Cíes para abordar posteriormente el asalto anfibio a la isla de Ons, donde el enemigo tenía una base. El ideólogo de aquellas maniobras pretendía llevar a la práctica las tácticas de ataque realizadas por el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos en la isla de Tarawa, en el Pacífico, durante la Segunda Guerra Mundial.
Los cuatro mil actores de este simulacro partieron del puerto de Marín a las 4.30 horas acompañados por varios buques de guerra como el Legazpi, el Almirante Antequera y el José Luis Díez. «A las 9.30, las LSM _lanchones de desembarco_ se dirigen a la zona de reunión y abren fuego y baten la isla con fuego real, con cañones de 5 pulgadas, para fijar las fuerzas y armas que defienden la posición. El fuego bate principalmente los acantilados y la cota 192, donde están las principales defensas», se podía leer al día siguiente en La Voz de Galicia.
Tras este primer momento destinado a debilitar las defensas, los «gloriosos» infantes de Marina se lanzaron sobre las blancas arenas de la playa de Rodas, antes de que fuera declara como el mejor arenal del mundo. «Los aviones tipo T-6, del ala de caza de Villanubla, en pasadas ametrallaban la playa», añadía la información, siempre refiriéndose a munición de combate.
Dentro del juego establecido por los jefes del operativos, los defensores contraatacaron con fuego de ametralladoras y morteros para impedir el despliegue de la primera ola, que a pesar de todo, consiguió su objetivo. «La llegada de la aviación con cohetes, terminó con la resistencia y a las 10.35 horas se consolidó la cabeza de playa», se podía leer en La Voz. La operación se dio por finalizada a la una de la tarde. Una vez recogido todo el material empleado durante toda la mañana, las fuerzas participantes en el asalto a las Cíes fueron reembarcadas y transportadas al puerto de Vigo.
Ya por la tarde, a las 18.00 horas, los alumnos de la Escuela Naval Militar de Marín, los infantes de Marina y los soldados del Regimiento Murcia 42 iniciaron un desfile militar que recorrió desde la Estación Marítima hasta la calle del Príncipe, donde se había levantado una tribuna, ante el edificio que acogía la sede del Círculo Mercantil, desde la que presidieron el desfile el capitán general de la VIII Región Militar y el comandante general de la Flota. En aquel desfile, los soldados no todos iban andando. Por la calle del Príncipe se pudieron ver vehículos anfibios cargados de infantes de Marina y guardiamarinas.
El ejercicio estaba incluido en el plan de estudios de los guardiamarinas de la Escuela de Marín. La zona más afectada por los bombardeos efectuados desde los buques y aviones fue Punta Cabalo, la parte más al norte de Monteagudo, donde se había situado supuestamente la base de proyectiles teledirigidos de la fuerza enemiga.
En el año 1977 volvió a desarrollarse una operación Pato, aunque en aquella ocasión no afectó a las Cíes sino a la playa de Patos, en Nigrán. De aquella, el ejercicio fue seguido por numerosos bañistas ya que se desarrolló en pleno mes de julio.
Limpiar chapapote
Curiosamente, treinta y nueve años después de aquella operación hostil con el ecosistema de las islas atlánticas, la Infantería de Marina volvió a realizar un desembarco en las Cíes, aunque para entonces con unas intenciones totalmente distintas a la primera operación. El 9 de diciembre del 2002, el buque de asalto anfibio Galicia dejaba en las islas Cíes a 700 infantes de Marina que acudían para ayudar en las tareas de limpieza del fuel arrojado por el petrolero Prestige. El veterano cuerpo saldaba así su cuenta pendiente con la joya del actual Parque Nacional Illas Atlánticas, el espacio con mayor protección medioambiental de Galicia.