Abel Caballero, Carmela Silva y el obispo asisten a la finalización del montaje de la estatua del Sagrado Corazón sobre la torre de la ermita, de diez toneladas de peso y seis metros de altura. El BNG lo considera un símbolo reaccionario
13 may 2022 . Actualizado a las 01:04 h.El alcalde de Vigo, Abel Caballero, asistió este miércoles en compañía de la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, y el obispo Luis Quinteiro a la finalización del montaje de la pieza del Sagrado Corazón sobre la torre de la ermita de A Guía. La escultura del Cristo completa el proyecto que fue concebido en su día por el arquitecto Gómez Román. El que será el particular Corcovado de Vigo mirando a toda la ría es una obra de diez toneladas y seis metros de altura ha sido creada en la escuela de cantería de la Diputación.
La pretensión de Caballero es que la figura se convierta en un nuevo símbolo de la ciudad. Para lograrlo, el Ayuntamiento firmó un convenio con el organismo provincial, que se compromete a costear la ejecución de las obras por importe de casi 85.000 euros. El Concello asumió la iluminación ornamental del exterior de la capilla de A Guía por 21.845 euros. Es decir, el montante de la instalación ronda los 106.000 euros.
Al Bloque Nacionalista Galego no le ha gustado nada la iniciativa. Critica que se financie con dinero público la instalación de símbolos religiosos y exige a Abel Caballero que no vulnere «o principio esencial e democrático de aconfesionalidade das administracións públicas». El edil del Bloque Xabier Pérez Igrexas afeó, además, el «carácter reaccionario» de «un símbolo que está acreditado historicamente que foi utilizado polas forzas fascistas para lexitimaren a ditadura franquista e a súa cruzada nacional-católica», en referencia a la imagen del Sagrado Corazón.
La ermita da Guía, situada en la parroquia de Nosa Señora das Neves, es una construcción de mediados del siglo XX, levantada sobre otra antigua antigua capilla del XVI. El Concello de Vigo tuvo que encargar un análisis de la cúpula del templo para comprobar el correcto funcionamiento de la estructura del edificio con la colocación de la pieza. Se tuvieron en cuenta las cargas gravitatorias y el viento, entre otros factores.
El arquitecto Manuel Gómez Román elaboró en 1951 el proyecto que recoge parte del programa elaborado por Antonio Palacios, que ideó un templo dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. La torre era una parte esencial del edificio que culminaba con una imagen del Sagrado Corazón, que por fin ve la luz.