Un año después, reclama a la concesionaria de «renting» que abone 7.000 euros
22 may 2022 . Actualizado a las 20:27 h.La Policía Local de Vigo multó a ocho coches de la Policía Local de Vigo en enero del año pasado. El hecho, insólito, causó gran revuelo en el Ayuntamiento y evidenció mala imagen por la inacción de los responsables de cumplir la norma. La plantilla de la Policía Local, en su momento, alertó a la dirección del cuerpo municipal de que los turismo rotulados iban a incumplir dicha obligación sin que nadie moviera ficha. Ya con los plazos superados, explicaron entonces en la plantilla, se volvió a informar a la dirección de la Policía Local de que los ocho coches estaban sin ITV, pero tampoco se hizo nada. Los agentes, conscientes de que si miraban para otro lado, incurrían un delito de prevaricación. Y ante la perplejidad que les generó que sus avisos cayesen en saco roto, actuó. Agentes del cuerpo multaron a los ocho turismos afectados en el mismo aparcamiento de la Policía Local. La noticia, por insólita, se propagó por el país.
Ahora, un año y cuatro meses después, la Concejalía de Economía, Empresa y Seguridad, a través de su edila, Elena Espinosa, reclama, junto al jefe de la Policía Local, Francisco Martínez, que sea, atendiendo al contrato de suministro de alquiler, la empresa Banco Santander Bansacar, la que asuma el dinero de la multa. El Ayuntamiento reclama 1.600 euros por las ocho multas impuestas por la Jefatura de Tráfico de Vigo. También 5.469 euros en concepto de penalización por los 209 días de demora en someter los coches a las pruebas de ITV. La reclamación, plasmada oficialmente en un informe, refleja que los los coches sin ITV entre 25 y 29 días, pese a los avisos de los agentes alertando de la irregularidad.
La versión aportada en el informe de reclamación difiere de la difundida en su día desde la plantilla. La concejalía asegura que «a empresa adxudicataria foi advertida en repetidas ocasións polo funcionario policial encargado da supervisión da flota de vehículos da Policía Local, da obriga de someter os vehículos á ITV periódica». Los agentes cargaron contra la dirección de la Policía Local por hacer caso omiso de sus avisos. Aquellas declaraciones generaron malestar por parte de los responsables del cuerpo, que reprochó la difusión de la situación al entender que daña la imagen del departamento. «El gran problema es que sí se siguieron utilizando a pesar de los requerimientos. Nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo, mejor dicho, tenemos que cumplir con nuestra obligación sí o sí. De lo contrario estaríamos incurriendo en un grave problema de prevaricación», explica uno de los agentes.
En un principio, explican testigos, el máximo responsable del departamento sostuvo que todo era correcto, y lo reiteró en otras conversaciones posteriores. Ya cuando se hizo evidente, al aflorar la documentación, responsabilizó a la empresa de renting contratada por el Ayuntamiento para gestionar el parque móvil. «Pero tampoco dio más explicaciones, se quedó ahí, por eso decidimos hacer nuestro trabajo viendo la réplica que encontramos», explica el mismo agente que fue testigo de reuniones.
Aquel tenso episodio coincidió con el mal momento que atravesaba el parque móvil de la Policía Local, con buena parte de los vehículos desgastados por el exceso de kilómetros, superando el tiempo de uso para el que fueron diseñados. Incluso se recurrió a las motos de trial para patrullar la ciudad.