Finot se rehace tras caerse en la ría

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KAI PFAFFENBACH | REUTERS

La francesa, que entrena en Vigo, protagonizó la caída del Mundial en la final del 3.000 obstáculos al precipitarse de cabeza al agua, pero aún así fue décima

22 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Alice Finot, la atleta francesa afincada en Vigo y que entrena Manu Martínez Ageitos, dejó una de las imágenes del Mundial de atletismo de Eugene. La gala luchaba por un puesto entre las ocho mejores en la final del 3.000 obstáculos y en el último salto de la ría, tropezó con la valla y cayó de cabeza al agua.

La ingeniera de profesión enseguida se rehízo, y después de ver cómo las zapatillas de varias de sus adversarias pasaban por encima de su cabeza, prosiguió en carrera para firmar un meritorio décimo puesto, con un tiempo de 9:21.40, que le da alas de cara al Europeo de Múnich donde espera hacer una visita al podio.

Finot, que había ganado su serie de semifinales con un gran final, firmó una buena carrera. No pudo seguir el ritmo de las africanas, que encabezaron el grupo de principio a fin, pero se mantuvo siempre en un grupo intermedio guardando fuerzas para la traca final y cuando se disponía a atacar en busca de un puesto de finalista (lugar reservado para las ocho primeras) llegó la aparatosa caída. Tanto, que ella mismo se llevó las manos a la cabeza cuando vio repetido el lance mientras le entrevistaban en la televisión francesa.

Todo comenzó con una rival africana apareciendo a su lado unos segundos antes de superar el obstáculo que precede a la ría. Entonces, perdió un segundo la referencia de la valla y dejó atrás su pierna izquierda, que fue la que tropezó contra la madera, lo que provocó no solo el tropiezo, sino que cayese de cabeza en la ría, como si se estuviera tirando a una piscina.

Lectura positiva

Siempre positiva, y más allá del chapuzón inesperado, Finot se mostró satisfecha con el resultados, con la respuesta de su cuerpo a correr en tan corto espacio de tiempo (cuatro días) dos carreras de campeonato del 3.000 obstáculos y también por las enseñanzas que le deja su paso por Eugene de cara al futuro. También puso en valor el significado de poder contar con su entrenador en todo momento al incluirlo la selección francesa en la nómina de convocados.

El próximo paso será afinar la preparación de cara al campeonato de Europa, el gran reto del verano. Porque Alice fue a Eugene con la idea de acumular experiencia y buscar la final si todo salía perfecto, pero sin tenerlo como un objetivo prioritario y al final el resultado fue mucho mejor que el esperado. En menos de un mes, hará lo imposible porque el baño sea de felicidad, no por un gaje de la competición.