
Los boucenses, acusados de arrebatar a veinte niños de la base del otro club vigués, aseguran que se ha actuado de la manera habitual en estos casos
14 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.«Agresión deportiva intolerable». Así califica el Casablanca el comportamiento del Rápido de Bouzas, al que acusan de haberse llevado sin previo aviso este verano a veinte de sus mejores futbolistas, de diferentes categorías que van desde prebenjamines a juveniles. Desde el club expresaron a través de un comunicado una indignación ante la que los destinatarios no dan crédito: argumentan que no han hecho nada malo ni que no esté a la orden del día en el fútbol base de la ciudad.
El presidente del Casablanca, Juan Lago, entiende y asume, dice, que «los niños son libres de ir de un equipo a otro según les plazca a ellos o a sus padres», pero se queja de las formas. Además, lo relaciona con el fichaje por el conjunto aurinegro de un antiguo entrenador suyo que, asegura, se ha aprovechado de listados que debía haber devuelto, ya que eran «documentos confidenciales», para «fichar en bloque» a futbolistas de la entidad que preside.
Desde el Rápido, uno de sus directivos, Carlos Moreno, señala que no quieren entrar en polémicas, pero también deja claro que no entienden la reacción del Casablanca. «Cualquiera que conozca cómo funciona esto sabe que los niños van y vienen de un club a otro», defiende al tiempo que alega que a ellos se les marcharon 15 chavales a otros equipos vigueses y lo perciben como «algo normal». Aunque las versiones no coinciden cuando asegura que se trata de prebenjamines, mientras que la otra entidad dice que los había de todas las categorías, hasta juvenil.
Moreno desvincula al técnico que incorporaron y que tenía pasado allí de la marcha de un número tan elevado de deportistas tras sus pasos. Sí cree que pudo haber efecto arrastre y admite que les llegan niños continuamente y no se les pregunta de dónde vienen. «Tenemos equipos bien situados y eso atrae a más niños, hablan entre ellos. Si te entra por la puerta con sus padres y te dice que quiere venir, listo, no hay más», comenta. Diferente es el Rápido el que se interesa por un jugador: en ese caso, contactan con el equipo de procedencia, afirma.
El procedimiento del Casablanca es otro. Su máximo dirigente detalla que cuando algún jugador quiere entrar a formar parte del club, lo primero es ponerse en contacto con aquel del que viene. Lo que les gustaría que se hubiera hecho con ellos. «Ni quedando libre el niño lo cogemos si tiene algo pendiente con el club anterior. Es nuestra norma. Y si vienen tres juntos, ni te cuento. Es de sentido común para no perjudicar a otros», dice Lago.
Equipos «descabezados»
En su caso, les han «descabezado» a varios conjuntos llevándose a sus mejores jugadores, lamenta. En alguno de ellos, no saben si van a poder salir. Por eso pide que se regulen estas situaciones. Cree que debería haber «un límite» de futbolistas que se vayan juntos de un club a otro o, en su defecto, que se avise con el tiempo suficiente para poder reaccionar a la situación. Recalca que ha abordado este tema con la Federación Galega, pero apunta que el Casablanca no se siente bien representado en el organismo.
Lago se reunió con el presidente del Rápido, pero este no le dio respuestas, cuenta. «No tenemos nada en contra del Rápido, pero no entendemos que no hayan hecho las cosas bien en este asunto», subraya. Moreno, por su parte, recalca que es un club histórico y muy querido en la ciudad, con el que siempre han colaborado y del que no tienen «nada malo que decir», pero reitera su perplejidad por la actitud que han tomado.