El puente vigués que lleva a los lesionados a recuperar su vida tras pasar por el hospital
VIGO

El centro de la Fundación Isidre Esteve en Coruxo ayuda a 35 personas a mejorar su condición física
09 oct 2022 . Actualizado a las 21:59 h.La historia de Isidre Esteve sirve para ayudar a muchas personas en Vigo. El piloto sufrió un grave accidente que le afectó a la médula durante una prueba de coche en la que participaba en el 2007. A raíz de ese infortunio, en el 2011 decidió crear una fundación que lleva su nombre para facilitar a las personas con discapacidad la adaptación a la sociedad y que tengan una vida digna. Desde el 2013, un centro puente de la organización presta sus servicios en la ciudad olívica.
El responsable de ese centro es Joan Rodríguez. Catalán, lleva ya veinte años en Vigo, donde comenzó siendo preparador físico del Celta. Ya trabajaba con Esteve y comprobó, de primera mano, cómo volver al gimnasio tras su lesión le ayudó a sentirse plenamente integrado de nuevo. En ese momento pensaron en la posibilidad de hacer un centro puente que sirviese de enlace entre el período hospitalario del paciente y la fase de total integración en la sociedad. El primer espacio de ese tipo se creó en Barcelona en el 2012, y al año siguiente echó a andar el de Vigo. Actualmente cuentan con 35 usuarios, aunque el número va oscilando.
Al principio su idea era tratar a personas que tuviesen una lesión medular, pero vieron que «hay mucha gente que nunca ha hecho actividad física y dijimos: ‘Esos también pueden empezar'». El perfil de los usuarios fue cambiado, desde personas que habían sufrido un ictus a otras que padecían enfermedades o lesiones de todo tipo. El objetivo es que, una vez finalizado su período en el centro, vayan al gimnasio de su localidad, pero Joan Rodríguez reconoce que normalmente los técnicos no están formados. «Cuando entran en una silla a un gimnasio, el pensamiento del monitor es: ‘Vaya marrón'», señala. Por tanto, decidieron formar a técnicos de otros centros deportivos para hacer ejercicios más inclusivos.
En la época más dura de la pandemia se aventuraron con YouTube y empezaron a subir vídeos de los ejercicios. Joan explica que si a las personas que no tienen problemas de movilidad les cuesta retomar la actividad al estar inactivos, los que van en silla de ruedas no lograrían levantarse si no se ejercitan. Ahora tienen un centro puente virtual, con doce clases nuevas al mes. Indica que estas sirven tanto para personas mayores como con discapacidad o problemas de movilidad. «Estamos tratando de trabajarlo bastante porque consideramos que es útil para muchísima gente», apunta Joan.
En la Fundación Isidre Esteve no han pensado en abrir más centros de este tipo. «Es muy complicado ir a otro sitio y abrir algo sin ayudas de ningún tipo porque no es una actividad que pueda ser rentable», admite Joan. Ellos no cobran a los usuarios por la actividad que realizan en el centro, ya que entrenan con un preparador especialista que los acompaña durante toda la sesión y «ese servicio cuesta».
Aunque a nivel político no cuenten con apoyo frecuente, instituciones como el Coruxo FC colaboran con ellos. Les alquilan las instalaciones del centro puente, que se encuentran dentro del campo de O Vao.
Uno de los eventos que suelen organizar es la carrera Coruxo Móvese. Al no tener ayudas, pusieron en marcha este tipo de actividades para que las empresas aportasen algo de dinero y mantenerse el resto del año. En este 2022 aún no saben si la harán: «Estamos planteando cambiar un poco el formato de esto».
En los centros puente también realizan proyectos de investigación. Actualmente están trabajando en uno sobre la realidad virtual. Utilizan vídeos de entrenamientos que les mandan algunos deportistas y posteriormente los pasan al formato 360º. Primero «hacemos una valoración inicial y vemos si al final de 30 sesiones tenemos algún pequeño cambio».
Con la voluntad de todos los que colaboran en este proyecto se mantiene el centro puente de la Fundación Isidre Esteve. Sin apenas ayudas y «con mil ideas», tratan de echar una mano a quienes necesitan ejercitar su cuerpo para volver a la vida normal.