De capitán en la liga del Vaticano a bendecir barcos: «Es un acto en el que se reconoce a todos los que han trabajado construyendo el buque»

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

El cura Alberto Rajoy hace el oficio con las naves en español y en inglés

09 ene 2023 . Actualizado a las 23:01 h.

Naval, pesca y religión. Astilleros y armadores en la ría de Vigo mantienen en parte intacta una tradición que viene de tiempos remotos como es la de bendecir los barcos el día de su entrega. Alberto Rajoy (Vigo, 1978) es uno de los sacerdotes que ofician estos actos en el entorno portuario de la ciudad, capaz de hacerlo en español y en inglés. Sobre este último idioma, aclara: «Llevo el texto preparado».

—Mientras la población española se vuelve menos católica, el sector naval mantiene ferréamente la costumbre de bendecir las naves. ¿Cómo se explica?

—La Iglesia no es ajena a nada de lo que al hombre le preocupa. Lo que quiere la Iglesia con la bendición de Dios es dar gracias por sus dones, implorar su protección y alejar cualquier tipo de mal. Astilleros y armadores reconocen en este acto a toda la gente que ha trabajado en la construcción del barco, piden por el capitán y su tripulación y por todos los trabajos que se van a realizar en este barco. Para que las personas vayan y vuelvan en paz.

—Además de los barcos, ¿están bendecidos los astilleros? A más de uno no le ha ido del todo bien últimamente.

—Estoy seguro de que en la ría de Vigo hay más de un astillero que haya recibido la bendición. La relación de la Iglesia con el mundo del mar es muy estrecha. Los primeros apóstoles que Jesús llamó eran pescadores: Pedro y su hermano Andrés y Santiago y su hermano Juan. El Señor los llamó faenando.

—El naval de Vigo se está abriendo al mercado de Estados Unidos. ¿También sabe bendecir en inglés americano?

—¡Sí! Pero cuando me toca hacerlo en inglés, tengo que llevar el texto más preparado. No tengo soltura para hacer bromas en inglés, no les haría ninguna gracia. ¡Pero no soy el único! Hay varios sacerdotes en la diócesis que hablan inglés. Lo haremos mejor o peor, pero el idioma de Dios es universal.

—Ustedes se encargan de bendecir la embarcación, pero no de bautizarla. Se pierden lo más divertido, lo de romper la botella contra el casco.

—¿A que sí? ¡Eso viene de hace muchísimo tiempo! De la época de los griegos. A Poseidón le ofrecían unas ánforas llenas de vino y las estallaban contra el casco del navío para que el rey del mar tuviese a bien que no hubiese infortunios con la nave. Tiempo después, los romanos se lo ofrecían a Neptuno. Hacían exactamente lo mismo. Y ya la Iglesia lo que hace es pedir a Dios por el barco que acaban de entrega, por todas las personas que participaron en la construcción y por quienes naveguen.

—Es muy conocida la Virgen del Carmen como patrona de los marineros, pero también está San Telmo.

—De hecho, es patrono de nuestra diócesis de Tui-Vigo y a quienes las gentes del mar se encomiendan con gran devoción. San Telmo, del siglo XIII, evangelizó el norte de Portugal y el sur de Galicia. Siempre mostró gran preocupación por las personas del mar y, de hecho, pidió a Fernando III que ayudase a este sector. Todo esto fue el germen de lo que hoy en día conocemos como las cofradías.

—La Iglesia y la pesca sufren problemas con el relevo generacional.

—Por la parte que me toca, en nuestra diócesis hay tres jóvenes preparándose para ser sacerdotes. Claro que es una gran preocupación la falta de jóvenes, pero también lo es el hecho de crear una cultura vocacional. La Iglesia está faenando en ello.

—¿Y usted navegó en alguno de los barcos que bendijo?

—(Ríe) No. Soy más de interior que de mar. Pero sí que me gustaría hacer un crucero.

—Y también fue capitán de la selección española en La Liga del Vaticano...

—Hace diez años, en la Clericus Cup. Teníamos la ilusión de que Bergoglio, gran seguidor del fútbol, nos entregase la copa. Pero no pudo ser. Por su agenda... y porque no pasamos de octavos.