La biblioteca de la Escola de Idiomas de Vigo organiza encuentros entre alumnos que no se conocen
04 may 2023 . Actualizado a las 00:47 h.El poeta Raymon Carver se preguntaba De qué hablamos cuando hablamos de amor en un libro llenó de parejas que se despedazan, compañeros que parten desesperadamente a la aventura, o hijos que intentan comunicarse con sus padres. Partiendo de la idea del escritor estadounidense, en la biblioteca de la Escola de Idiomas se preguntaron de qué hablamos cuando hablamos de libros con completos desconocidos. De esa idea parte la nueva actividad que han desarrollado para que los alumnos puedan conocer a su alma gemela literaria.
«Muchas veces a nuestros alumnos les es difícil encontrar a alguien con quien hablar sobre literatura o practicar un idioma», indica la responsable de la biblioteca, Marina López. Explica que, por eso, «se nos ocurrió esta idea de las citas a ciegas». Colocaron un buzón en la entrada de la escuela para que los alumnos pudieran dejar un papel con sus datos, nivel de idioma y un libro que les gustaría comentar. Después López se encargó de unir a esas personas como una especie de alcahueta de cuento.
En una de estas citas se conocieron la venezolana Mary Carmen Aguache y la viguesa Merchi Piñeiro. Lo hicieron, como no podía ser de otra manera, con el libro de Raymon Carver. Sus gustos literarios y sus ganas de aprender inglés las conectaron al instante y «ya nos hemos dado los teléfonos para repetir». Merchi explica que con Mary Carmen «puedo hablar de literatura, mejorar mi inglés y también compartir nuestras vidas a través de un libro». Por ejemplo, el libro de Carver las dejó un buen rato debatiendo sobre el amor en todas sus vertientes. Aguache coincide con su cita en que esta «es una iniciativa muy buena para seguir aprendiendo y coger soltura con el idioma», y espera que la actividad continúe.
María Alonso fue otra de las alumnas que participó en esta actividad. Lo hizo en italiano y con un libro de Cesare Pavese. «La idea es buenísima. A mí, además de conocer a una mujer muy interesante, también me ha permitido leer a nuevos escritores como Carofiglio», destaca Alonso. Nunca había pensado en tener una cita en la biblioteca, pero le encanta poder convertir el espacio «en un lugar vivo en el que compartir experiencias con otras personas en tu situación».
Otra de las parejas de esta actividad fue la formada por Emilia Canda y Alejandro Ros. Ellos ya se conocían, pero cubrieron la ficha de tal forma que Marina López los tuviera que conectar. «Yo no sabía que se conocían, pero como compartían nivel y horario los puse juntos», explica la responsable de la biblioteca. «Aprovechamos esta actividad para trabajar nuestro francés», destaca Canda, al tiempo que admite que en este tipo de encuentros sin profesor también pueden permitirse hablar de temas que no se tocan en clase. El libro que leyeron en su cita fue el cuento El hombre que plantaba árboles del francés Jean Giono. «Una gran excusa para hablar largo y tendido sobre el cuidado de la naturaleza», destacó Ros.
En la biblioteca «estamos muy contentas con los resultados de la actividad», explica Marina López, pero reconoce que «no esperábamos que funcionara tan bien». De hecho, de todas los candidatos a citas solo se quedaron tres personas sin emparejar por no encontrar personas compatibles en horario o nivel. Ahora, su objetivo es volver a su tarea de alcahueta literaria una vez por trimestre. «Queremos que el amor por los libros siga creando nuevas amistades», dice con la sonrisa que indica que su idea «ha cuajado de maravilla». Se propone el reto de llegar a más personas y también a los estudiantes extranjeros.