El taxista que vio la luz con un Tesla: «Estoy encantado, en un año ahorré 7.000 euros»

El taxista vigués Julio Sousa conduce un Tesla desde hace un año. Fue a buscarlo a Madrid. «Programé el viaje de vuelta y el ordenador del coche me indicó que tendría que hacer una parada en Benavente para cargar y de esta manera llegaría a Vigo con un 28 % de batería. Y así fue. Clavado». La fascinación que sintió aquel día por la precisión en el cálculo de la ruta de regreso no se ha esfumado. La electrificación no le ha provocado quebraderos de cabeza. «Estoy encantado», resume sobre su experiencia con un vehículo de la compañía liderada por Elon Musk y que se ha convertido en su forma de ganarse el pan.

Sousa entregó en un desguace su Peugeot 308 que consumía unos 600 euros al mes de diésel. La sustitución de este modelo de combustión por un electrificado en seguida se notó en las facturas. «Ahora gasto cerca de 60 euros al mes en luz para cargar el Tesla por las noches», señala el taxista. Vive en una casa y realiza una carga lenta diaria, que dura entre cuatro y cinco horas. Lo hace con un cargador de 30 por 30 centímetros y ha firmado con su compañía eléctrica una tarifa especial para vehículos como el suyo y por la que paga 5 céntimos por kilovatio. «En un año me he ahorrado 7.000 euros», calcula. Al mismo tiempo, estima que habrá amortizado el precio que pagó por él en el plazo de cuatro años.

El taxista cumple con las recomendaciones emitidas por Tesla. Por ejemplo, carga la batería del vehículo al 80 % cada noche y no al 100 %. Lo hace para garantizar la esperanza de vida de esta pieza que pesa 150 kilos y que es el pulmón de los eléctricos. Conduce un Model 3 de gran autonomía y este nivel de alimentación le permite rodar 400 kilómetros cada día, suficientes para los recorridos que realiza por Vigo. Si emplea un sistema de carga rápida, como los dispuestos por Tesla, alimenta la batería en veinte minutos.

Julio Sousa maneja el vehículo desde su teléfono móvil gracias a la aplicación que Tesla garantiza a sus conductores. El Model 3 se conecta con los satélites dispuestos por el emporio de Elon Musk en el espacio mediante la empresa Starlink para tener acceso a internet. Asegura que funciona «sin interrupciones».

En su año de vida, el vehículo de Julio Sousa ha hecho 70.000 kilómetros. «Y no me ha dado problemas», apunta. Tan solo ha cambiado el filtro del polen del aire acondicionado para asegurar el flujo en el sistema de ventilación y los neumáticos. En el último caso, aclara que no los sustituyó por los oficiales de Tesla, que están reforzados con una espuma particular para minimizar el ruido del impacto de las ruedas con el asfalto. Si surgen problemas, el concesionario más cercano al que puede acudir está en Oporto. El segundo, en Madrid. En Vigo, por ahora, no se ha sumado ningún otro taxista a la experiencia de la compañía con sede en Texas. Sí que conoce a compañeros que tomaron la misma decisión en Narón, Sanxenxo o A Cañiza. Su experiencia le demuestra que en el país vecino luso la oferta de lugares en los que cargar el vehículo, «también en el rural», es amplia. «En Galicia estamos un poco rezagados en este sentido», sostiene.

El turismo de Sousa fue el eléctrico más vendido en España en diciembre del año pasado. En el mercado nacional, se entregaron 78.329 nuevos vehículos de batería, según Anfac, la patronal de fabricantes de coches. Este volumen de negocio, sin embargo, está por debajo de la meta fijada en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima del Ministerio de Transición Ecológica: 120.000.

Cuando las circunstancias aprietan algo más, Sousa prescinde del modo centinela, «que es el que gasta más batería». Se trata de un sistema desarrollado por Tesla mediante el que las ocho cámaras del vehículo están constantemente alerta y filmando. «Por ejemplo, si el vehículo está estacionado y detecta algún tipo de movimiento cercano, queda grabado».

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