Los trabajadores del sector recorrieron la ciudad por quinta jornada dentro del pulso que mantienen con la patronal para negociar las condiciones laborales de los 33.000 empleados del sector en la provincia
07 jul 2023 . Actualizado a las 01:30 h.El conflicto del metal no da tregua. El apoyo de las huelgas no se ha desinflado y hoy, en las calles de Vigo, han vuelto a ser más de 4.000 personas las que secundaron la movilización convocada por CC.OO., UGT y CIG. Después de la concentración pacífica del pasado 28 de junio, la manifestación de este jueves sufrió momentos de tensión, con cargas policiales ante las puertas de la fábrica de Stellantis, donde terminaba el recorrido que los sindicatos tenían autorizado por la Subdegelación del Gobierno en Pontevedra. Fue la quinta jornada de huelgas después de doce reuniones con la patronal en las que no alcanzaron un acuerdo para firmar el convenio del metal de la provincia de Pontevedra, el documento que agrupa a un mayor número de empleados en toda Galicia. Antes de comenzar la marcha, Xulio Fernández, secretario comarcal de la CIG, advirtió que la patronal «ten que convocar si ou si a mesa de negociación».
La manifestación arrancó a las 11 de la mañana en la plaza de América para recorrer las inmediaciones del estadio de Balaídos y el polígono de Caramuxo, donde se encuentran empresas de soldadura, del metal y auxiliares de la automoción. Participaba personal industrial de todas las edades. Clamaban, durante esta ruta, por ajustar los salarios de los cerca de 33.000 trabajadores del sector al IPC, que es una de las condiciones que reclaman para firmar el convenio con las patronales Asime, Atra e Instalectra. También solicitan una subida salarial del 4 % en cada año de vigencia del acuerdo (2023, 2024 y 2025), además de la subrogación privada y la reducción de la jornada en 24 horas anuales. La actividad en los astilleros ayer estuvo parada. «Moitas empresas entenden as peticións que facemos e coméntanos que están a perder diñeiro», apuntó Celso Carnero, secretario de Industria de CC.OO., que también señaló que el escenario actual no es el del 2009. El representante de UGT, Rubén Pérez, valoró el seguimiento de los paros «porque están parando de forma voluntaria». La Policía cifra en más de 3.000 los asistentes y los sindicatos suman más de 4.000.
Fue delante de un escenario simbólico, como es la factoría de la que durante muchos años fue PSA-Citroën Vigo, cuando ocurrieron los altercados de la huelga. Llegaron aplaudiendo y defendiendo sus derechos a estar ahí. Sobre las 13.30, coincidiendo con el cambio de turno en la fábrica de automóviles, hubo un corto enfrentamiento entre algunos manifestantes y líderes sindicales. Ocurrió porque parte de los movilizados rechazaron la idea de no poder seguir avanzando por la avenida hacia el edificio del Ceaga. Se resolvió sin incidentes y mientras otros participantes clamaban por la unidad y les decían que su conflicto era con la patronal.
Minutos después, tras varios lanzamientos de botellas de cristal, bengalas o piedras, arrancaron las cargas policiales delante de la fábrica de vehículos. Decenas de agentes de la Policía Nacional se movilizaron hacia ellos lanzando material antidisturbio. Las fuerzas de seguridad forzaron su marcha atrás por la avenida de Balaídos. Muchos manifestantes respondían con los brazos en alto. La situación provocó que los huelguistas se disgregaran en muchos grupos. Algunos de ellos se dirigieron al río Lagares y otros muchos terminaron ahí su jornada de movilización y se marcharon. Los enfrentamientos provocaron daños en varios vehículos que estaban estacionados en este entorno o señales por los suelos. La Policía identificó a algunos manifestantes con dron.
Mañana será la sexta jornada de huelga. El personal del metal partirá desde otro punto simbólico para este sector, como es el astillero Hijos de J. Barreras y la avenida Beiramar, donde se encuentran astilleros e industrias auxiliares enmarcados en este convenio. Se dirigirán por la calle Coruña para tomar la avenida de Castelao y bajar por Tomás Paredes hasta Paulino Freire. Desembocarán en la alameda de Bouzas, «onde farase asemblea para marcar os seguintes pasos a tomar», explica Comisiones Obreras. Tradicionalmente este encuentro sirve para decidir si siguen adelante con las movilizaciones o se sentarán a negociar.
A la espera de ver qué ocurre mañana, las próximas movilizaciones anunciadas son el 12 y 13 de julio. Por ahora, no hay una fecha acordada entre las patronales Asime, Atra e Instalectra y las centrales sindicales para abordar el fin del conflicto. La última vez fue hace más de dos semanas. Lo hicieron en un tono pacífico y con la previsión de retomar el diálogo tras la feria sectorial Mindtech. La patronal insistió esta semana en que desconvoquen la huelga y, de esa forma, compartirán de nuevo mesa. Y los sindicatos les han reiterado su voluntad de retomar el diálogo, pero que lo harán sin que les condicionen.