Después de tres lustros en la élite, y tras dejar el fútbol de un modo precipitado por la lesión de cadera, el vigués asume, lleno de ideas, la coordinación del Santa Mariña
10 ago 2023 . Actualizado a las 10:26 h.Una lesión de cadera apartó a Jonathan Pereira (Vigo, 1987) de los terrenos de juego de un modo prematuro, pero no del fútbol. El delantero, con pasado en equipos como Villarreal, Betis, Rayo, Valladolid, Racing o Lugo, levantó el teléfono y se ofreció para volver a donde todo empezó, al Santa Mariña, el equipo de fútbol base vigués desde donde emigró a Villarreal. Le dieron las riendas del juvenil B y, dos años después, acaba de ser nombrado coordinador de la entidad. Una nueva vida en los despachos para quien marcó 68 goles en las dos categorías profesionales en tres lustros.
«Tengo la suerte de estar en un club que me trató muy bien cuando era pequeño, siempre me ayudaron y esto es una forma de volver a casa. Después de retirarme, tenía claro que quería seguir ligado al mundo del fútbol», comenta Jonathan de su nueva vida, en la que tiene a su cargo a 21 equipos, desde un sénior a los minis, y unos 250 futbolistas, todos ellos varones.
La cuenta atrás comenzó en plena pandemia, formando parte del elenco del Nástic cuando tuvo que someterse a una intervención de cadera. Tras un año sin jugar, rescindió en Tarragona y levantó el teléfono: «Estaba un poco de bajón y me dije: ‘Hay que activarse'. Llamé al presi y le dije que si sobraba un equipo, aquí estaba yo». En el Santa Mariña recogieron el guante y le encomendaron el juvenil B, en el que estuvo dos años, hasta que este verano le propusieron dar un paso más. «Me dijeron de ser coordinador y acepté».
El nuevo reto le coge preparado. Además del nivel II, por la vía académica que ahora está cursando en la Federación, Pereira Rodríguez hizo el curso de coordinador en la RFGF, el de director deportivo y un máster de dirección técnica de fútbol base. «Lo de seguir formándome y avanzar es algo que me gusta», matiza. Además, confiesa que siempre le gustó organizar «y estar pendiente de las cosas».
Profesional y altruista
Jonathan, que deja los banquillos, asume el cargo de forma profesional pero sin remuneración a cambio. «Me dedico profesionalmente pero de forma altruista, lo puedo hacer de esta forma sin que sea un coste para el club. Me lo puedo permitir. Es una suerte poder dedicar todo el tiempo a algo que me gusta».
Por eso llega con la voluntad de «echarle» muchas horas y con una hoja de ruta clara. Lo primero: «Estar muy encima y muy pendiente, que todo esté bien organizado, atender a los padres, a los niños y a los entrenadores». A los progenitores les quiere dedicar un apartado especial en base a una argumentación lapidaria: «Muchas veces se les deja como un poco de lado y yo creo que al final son piezas importantes en esto del fútbol base, porque son los que llevan a los niños, están pendientes y hay que integrarles y crear un sentimiento de pertenencia que se está perdiendo».
Canteranos en la élite
Otro aspecto a potenciar es poner en valor la factoría del Santa Mariña, el club de cuya cantera más jugadores han salido hacia el fútbol profesional: Iago Aspas, Brais, Gabri Veiga, Rubén Blanco y el propio Jonathan Pereira, entre otros, pasaron en su infancia por el recinto de Cotogrande. «Nosotros tenemos la suerte de poder presumir de tener tantos jugadores profesionales y eso es un orgullo. Queremos que la gente que pase por el campo vea que del santa Mariña saliendo tantos futbolistas profesionales con lo difícil que es llegar a la élite», precisa.
Que un buen número de jugadores hayan tocado el fútbol profesional indica que el Santa Mariña hace las cosas bien, pero el nuevo coordinador quiere dar un paso más en tarea de metodología. «Queremos implantar un método de trabajo desde los más pequeñitos al equipo sénior, queremos dar el salto de calidad, usar la tecnología, que nos ayuda para muchas cosas, y recabar datos de los niños». Ya tiene pactada una visita a la cantera del Villarreal en fecha próxima «para ver qué cosas podemos implantar nosotros».
Jonathan accede encantado a los despachos, pero sin ocultar que le gusta más el banquillo —«por las ideas que transmites a tus jugadores y como ellos las llevan a cabo»— y aunque no descarta volver a dirigir, no tiene claro que vaya a ser lejos de Vigo. «No sé exactamente si me gusta tanto como para hacer más sacrificios». Sabe que como en el Santa Mariña, en ningún sitio.