Hay hasta cuatro de diferencia estando a remojo en Patos o en la ensenada de San Simón
24 ago 2023 . Actualizado a las 00:20 h.Las aguas de la ría de Vigo no han sido inmunes al calor. Los termómetros marcaron ayer la friolera de 35 grados, el récord de temperatura alcanzada este verano. No ocurre siempre, pero se notó a la hora de bañarse. Según los datos de Meteogalicia, el mar ha experimentó una subida de tres grados con respecto al viernes pasado. «Las altas temperaturas no son las que inciden directamente en el calentamiento del mar, sino que todo radica en el viento», explica el meteorólogo vigués y técnico de Meteogalicia Juan Taboada. «Ante la ausencia del viento del norte, que es el que enfría las aguas, la temperatura del mar también se ha visto afectada por la ola de calor. La poca corriente que hay proviene del oeste, pero durante la noche se prevé la vuelta del nordés», sostiene.
Tras esta ola de calor, las temperaturas del agua en las playas de la ría han registrado cierto desequilibrio. Aunque ninguna bajó de 22 grados, la mayor disparidad se encuentra entre la playa de Patos y A Madorra, en Nigrán (21 grados) y las playas que rodean la ensenada de San Simón, que alcanzaron los 25. La diferencia asciende a cuatro grados. «Las playas ubicadas en el interior de la ría tienen unas orillas más cálidas al estar más recogidas del viento y del mar abierto», explica Taboada. «Ante estos incrementos, estas diferencias entre los arenales de la costa y de la ría estarán más acentuadas», afirma.
Durante esta semana se prevé que las orillas de los arenales de Samil, O Vao y Canido oscilen entre los 21 y 22 grados. Son registros que se replican tanto en Cangas como en Aldán. El agua estará a 22 grados en Rodeira y en Barra. En Moaña hay una mayor temperatura que la de sus vecinos cangueses, llegando a alcanzar los 24 grados a remojo en la tarde de ayer en la playa de A Xunqueira.
Las playas de la comarca de O Val Miñor, ya más abiertas al Atlántico, registraron menores temperaturas por la mañana, pero a la tarde también alcanzaron los 21 grados las aguas de los principales arenales, como el de A Ladeira. En la playa de Rodas, en las islas Cíes, pudieron darse chapuzones a 20 grados.