La policía acude con frecuencia tras la llamada de los vecinos por ruidos y peleas
11 oct 2023 . Actualizado a las 08:52 h.«No te puedo decir nada, porque tengo mucho miedo». Así habla un vecino de la calle Alfonso X al ser preguntado por los okupas que han tomado dos edificios de esta avenida cercana a la plaza de América. Son los amos de la calle. Montan escándalos prácticamente a diario, tiran cosas por la ventana y se pelean entre ellos.
Los vecinos sienten pánico. La policía acude periódicamente ante la llamada de los ciudadanos cada vez que montan alguna bronca. «Llamé a la policía porque uno estaba pegando a una yonki y casi la deja inconsciente», afirma una ciudadana. Otra persona que la acompaña muestra un vídeo de una de tantas intervenciones que se producen de madrugada. «Vinieron siete coches de la policía y otro de la secreta», dice. En una de las últimas actuaciones, hubo un detenido que amenazó con un cuchillo. Denuncian además que en la zona se trapichea con droga.
Los residentes del barrio piden a los propietarios que actúen para echar a los okupas y solucionar un problema de ruido y falta de seguridad en el barrio que llevan años soportando. Todos coinciden en señalar que el barrio ha sufrido un deterioro muy grande con la llegada de personas que no respetan las normas de convivencia. Hay negocios del entorno que han cerrado porque el mal ambiente les ha espantado la clientela. Otros vecinos se han ido a vivir a otra parte al no poder aguantar. Hay comerciantes que se han jubilado antes de tiempo para poder vivir tranquilos.
«Es una verdadera vergüenza cómo cuatro mamones pueden mandar un barrio a la mierda», protesta un vecino de la zona, que no quiere dar su nombre por miedo a represalias.
Pero son más de cuatro. No saben a ciencia cierta cuántas personas okupan los números 4 y 6 de la calle Alfonso X. El trasiego es constante. Se van unos y llegan otros. Una joven que lleva poco tiempo viviendo en la zona señala que cuando hay alguna fiesta o festival se ve más gente entrando y saliendo. Señala que el fin de semana que se celebró el Marisquiño había mucha gente. Los vecinos dicen que hay okupas desde casi una década, pero que los problemas de convivencia surgieron hace unos dos años. La calle suele estar sucia bajo estos dos edificios por los desperdicios que arrojan por la ventana.
Inseguridad
Los peatones suelen evitar pasar por delante de los dos edificios okupados, aunque ahora no pueden utilizar la acera de enfrente porque el Concello la ha cerrado al paso tras desprenderse un trozo de la cornisa del número 7. Peligra la seguridad de los viandantes. «El otro día empezaron a tirar piedras desde arriba. Una le cayó en el capó del coche a mi hermana, que tuvo que llamar a la policía. Esta semana, uno de ellos dio a una patada y rompió la luna de un escaparate. Tuvieron que tranquilizarlo. Así estamos todos los días», se queja una vecina de la zona. Los agentes no pudieron identificar al causante. Otro vecino afirma que tienen mucha impunidad. «Ellos pueden dejar sus coches aparcados en doble fila varios días. A mí me pondrían una multa si hiciera lo mismo. Estamos hasta el gorro, queremos una solución para volver a vivir en un entorno que sea pacífico», señala.
El PP reclama una oficina una oficina municipal porque la situación se agrava en la ciudad
El PP de Vigo ha vuelto a reclamar la activación de una oficina municipal de okupación ilegal después de los últimos episodios registrados en la calle Alfonso X en los que se requirió de intervención ilegal. El edil popular Miguel Martín demanda al Gobierno local una mayor implicación en estos casos, pues llegan a convertirse en un auténtico calvario para los propietarios y vecinos de los inmuebles. Advierte que la situación en Vigo se está agravando, sin que los vecinos que ven usurpadas sus propiedades encuentren asesoramiento y acompañamiento municipal. Entiende, ante la proliferación de este tipo de casos en la ciudad, que son necesarias medidas que generen seguridad entre la ciudadanía ante las ocupaciones ilegales. Pide que, al igual que han hecho otros ayuntamientos, desde el Consistorio se tomen medidas para revertir la situación.
Los populares vigueses se suman así a las demandas de los vecinos de As Travesas, con dos edificios okupados en su totalidad y que en los últimos meses han requerido de intervención de la Policía Local y de los bomberos en varias ocasiones. Asegura Martín que los vecinos de la zona dicen sentirse temerosos e insisten en que se trata de «personas conflictivas que viven en condiciones de insalubridad». Algunas de ellas, afirman que «se dedican al trapicheo de drogas y a los hurtos y robos con violencias». En su opinión, «condenan a las familias a no poder disponer de sus viviendas, a seguir pagando facturas y consumos de terceros y a largos y costosos procesos judiciales». Cree necesaria una oficina municipal de referencia que pueda ofrecer alternativas residenciales.