Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Siete vigueses denuncian cada día una estafa por internet o el móvil

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Pese a ello, Vigo es la única de las 14 grandes ciudades de España donde se han frenado los ciberdelitos

05 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de cada cuatro ciudadanos que entra cada día en la comisaría de Vigo a presentar una denuncia lo hace porque ha sido víctima de una estafa por Internet (scam, timo en inglés), ya sea porque compró en una web un producto inexistente como las entradas de un concierto, hizo clic en un SMS malicioso que le vació su cuenta bancaria o porque le timó algún chiringuito que vendía criptomonedas. Entre el 1 de enero y el 1 de julio, la ciudad registró 1.277 denuncias por estafas informáticas, lo que supone una caída de infracciones del 12,2 %. Es un descenso inédito entre las 14 grandes ciudades de España, ya que Vigo es la única que ha logrado frenar el ascenso imparable de los ciberdelitos. En Madrid, suben un 6,8 %, en Barcelona, un 14,3, en Valencia un 26,1 %, y lo mismo pasa en las demás grandes urbes como Sevilla (14,2), Zaragoza (9,6), Málaga (70,7), Murcia (19,8), Palma de Mallorca (12,1), Las Palmas de Gran Canaria (13,2), Bilbao (32,3), Alicante (18,2), Córdoba (22,4) y Valladolid (6,5). Por contra, en Vigo desciende el 12,2 %.

La caída de denuncias solo se repite en ciudades del Noroeste de España con un tamaño ligeramente inferior al de Vigo, caso de Gijón (caída del 7,4 %), A Coruña (descenso del 42,9 %), Santiago (43 % menos) o León (10,4 % menos). Precisamente en esta última ciudad está la sede del Incibe, el instituto que lucha contra la cibercriminalidad en España.

Este descenso en las ciudades de tamaño medio del Noroeste abre la posibilidad de que, durante el último año, la policía haya capturado a un gran estafador que operaba en Galicia, Asturias y León. Sin embargo, un experto en ciberseguridad lo descarta porque los ciberdelincuentes operan sin límites geográficos desde el sofá de su casa y no tienen preferencia por la localidad de residencia de sus perjudicados. A los autores del scam les da igual que el usuario que pique viva en Madrid, Barcelona o Vigo porque no tienen pensado entregarle ningún producto real.

Pese a este descenso, tras años de imparable subida, los ciberdelitos ya suponen el 26 % de los 5.944 casos que investigó la comisaría de Vigo en el primer semestre. En proporción, de los 700 agentes que trabajan en el centro policial, habría que destinar 150 a perseguir los ciberdelitos. Algo que no tiene sentido porque, como explican fuentes policiales, muchas estafas se perpetran desde el extranjero y su resolución requiere una activa colaboración de terceros países. La policía puede capturar a un ciberestafador que actúe desde Ponferrada o en el resto del país pero es difícil con los del extranjero.

En todo caso, la comisaría ha reforzado su brigada de delitos telemáticos, aunque sin alcanzar los veinte agentes dedicados a resolver estos timos o scams. Una de sus teorías es que debía darse caza a los grandes ciberdelincuentes que operan en toda España y concentrar todas las denuncias de sus estafas en un único juzgado.

A los juzgados de Vigo están llegando juicios contra supuestos estafadores que ofrecían por Facebook viviendas vacaciones o de alquiler que no eran suyas. Pedían un adelanto y luego dejaban de coger el teléfono. También se dan casos de ventas de coches de segunda mano por Internet en los que se exagera el valor del vehículo y luego el comprador tiene que gastar un 25 % más en reparaciones. Una reciente sentencia corrige a un juez y condena al concesionario.

En cuanto a los mensajes SMS, muchos particulares reciben solicitudes en su teléfono para hacer clic en un enlace que le da acceso a sus cuentas bancarias, comprar productos o pedir préstamos con sus datos personales. En estas retiradas de dinero, juegan un papel clave las mulas, personas intermedias que cobran comisión por mover dinero negro de su cuenta bancaria a la que le indica el cliente para borrar pistas.

Otros ciberdelitos

A mayores, en Vigo se registraron en el primer semestre otros 270 delitos que se perpetraron por Internet pero que tienen carácter personal (buscan la humillación de la víctima y no sacarle dinero) y que se suelen realizar por las redes sociales: amenazas a otros usuarios, sexting (subir fotos comprometidas) a novias o compañeras de clase por venganza, abusos a menores, bullying, acoso y otros delitos similares. Estos, lejos de bajar, suben un 56,1 % respecto al año pasado, cuando se registraron 173, según la estadística semestral del Ministerio del Interior.

 Un experto en ciberdelitos: «La gente anda muy desesperada para ganar dinero fácil sin hacer nada»

Los timos más recientes y novedosos tienen que ver con las estafas por criptomonedas en los que se ofrecen como gancho la promesa de grandes ganancias e intereses astronómicos. «La gente anda muy desesperada para ganar dinero fácil sin hacer nada», dice un experto en ciberseguridad. En el caso de las criptomonedas, los delincuentes embaucan a compradores de criptos y, una vez que logran los datos personales o contraseñas, «te sacan el dinero de la cuenta o piden créditos a tu nombre». En los juzgados de instrucción han llegado varios casos de estafados por criptos por sumas de 60.000 euros o más. «Es increíble pero la gente aún traga con estos timos, personas de 70 años que intentan invertir en criptos. A fecha de hoy, con todo lo que se ha avisado y las quiebras que ha habido, nadie se explica cómo alguien aún pueden caer en estos engaños», dice el mismo especialista.

Abogados de Vigo que investigan estafas de criptomonedas sospechan que hay muchos estafados. Una prueba es que en un reciente congreso en Santiago de Compostela organizado por letrados especializados en la tecnología de cadena de bloques o blockchain (la misma que soporta las criptomonedas) los ponentes empezaron a recibir llamadas de víctimas de ciberestafas «pensando que teníamos que ver algo con blockchain.com». Las víctimas hacían referencia a un exchange de criptomonedas con un riesgo superior al promedio. Una de las estafas consistía en que unos impostores llamaban por teléfono a los clientes y se presentaban como operadores de la conocida empresa de trading, con la intención de sonsacarles datos.