El propietario del edificio dijo al Concello de Vigo hace un mes que trataría de desokuparlo por la vía judicial

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Los técnicos municipales intentaron entrar en alguna ocasión en el innmueble, pero los residentes no se lo permitieron

12 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El número 6 de la calle Alfonso X el Sabio era conocido en varios departamentos del Concello de Vigo. El de Urbanismo tenía claro que se trataba de un inmueble okupado. Tras algunos requerimientos, el propietario había notificado hace un mes que su intención era desalojar el edificio por la vía judicial. La concejala de Urbanismo, María José Caride, explicó ayer que tanto el número 6, donde el incendio mató a cuatro personas, como el número 4 pertenecían al mismo propietario, una empresa que le dijo al Ayuntamiento que pretendía, a través del juzgado, «recuperar la posesión del inmueble», según Caride.

El Concello había advertido problemas urbanísticos en el número 4, pero no en el número 6, que es el del incendio. En el 4, las deficiencias tenían que ver con humedades, la fachada interior sin pintar y filtraciones en las ventanas. El Ayuntamiento había enviado requerimientos para que se solventasen estas cuestiones, pero «no había ningún problema estructural», dijo Caride. En algún momento, los técnicos de Urbanismo intentaron entrar, pero los residentes no lo permitieron, según la edila. No obstante, anunció que los arquitectos municipales intentarán acceder al edificio para hacer una inspección en cuanto la policía lo permita.

Por lo tanto, había problemas urbanísticos, una ocupación ilegal y ya se apuntaba a peligros de seguridad. Pero, además, había problemas sociales. La concejala de Política Social, Yolanda Aguiar, señaló que «los servicios sociales conocían a la familia». Según la edila, el servicio de menores de la Xunta estaba tratando a los niños y los servicios sociales municipales también tenían un expediente abierto.

Fuentes del entorno de la familia dicen que los niños acudían por las tardes a un centro de Aldeas Infantiles, que servía como apoyo. Es un servicio que no implica que la familia pierda la tutela o la guarda, según aclara la Xunta, sino que le permite custodiarlos durante unas horas.

El Ayuntamiento habilitó un dispositivo para atender a las familias que necesitan realojo. El albergue acogió a once personas, para las que se habilitó un espacio específico temporal. Yolanda Aguiar añadió que se buscará para ellos algún tipo de residencia a medio plazo. Otros afectados han rehusado esta ayuda, porque tienen soporte familiar o de amigos.