Los aparejadores avisan: el nuevo Plan Xeral de Vigo «no supondrá otro bum de la construcción como en los 90»

l.c. llera VIGO /LA VOZ

VIGO

Vista de uno de los edificios que Construcuatro levantó en el barrio de Navia, en Vigo
Vista de uno de los edificios que Construcuatro levantó en el barrio de Navia, en Vigo M. MORALEJO

Los proyectos visados este año en el sur de la provincia suman 175 millones

10 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal de Vigo «no va suponer un nuevo bum de la construcción como en los años 90 y principios de los 2000», aseguró ayer el presidente del Colegio de Arquitectos Técnicos de la Provincia de Pontevedra, Manuel Rañó. Advierte que se va a producir un incremento, pero que no será igual. De momento, este año se han visado proyectos en el sur de la provincia de Pontevedra por valor de 175 millones de euros, frente a los 170 de todo el año pasado.

Los aparejadores ponen de relieve que los planes urbanísticos suponen una larga tramitación y con la aprobación del nuevo plan se ha terminado la suspensión de licencias que hubo durante dos años por el instrumento de ordenación provisional. Los responsables del colegio de aparejadores de la provincia señalan que la construcción se está ralentizando por la subida de materiales y por el aumento de las hipotecas con la subida de tipos de interés, lo que hace que haya una menor demanda. «La madera ha subido un cien por cien y el hierro y aluminio, también», señala Rañó. El vocal del colectivo Pablo Freiría añade que el cemento también es más caro porque los altos hornos necesitan mucha energía y esta también se ha encarecido. «Hoy no se construyen viviendas para la mayoría de la gente sino para personas con alto poder adquisitivo», dice Rañó, que aclara que «una persona con un sueldo de mil euros es imposible que compre una vivienda. Se necesitan al menos dos mil o dos mil y picos euros mensuales».

Los constructores se están dedicando más a la rehabilitación y a reformas a raíz de la pandemia. Un 60 % del trabajo es rehabilitación y un 40 % son reformas. Señalan que en la ciudad existe muchas viviendas en mal estado que es necesario arreglar y que las exigencias del nuevo código de la edificación del 2007 mejoran las calidades de la construcción. «Ahora hay que poner más aislamiento» y dicen que muchas comunidades de vecinos y propietarios optan por las ayudas.