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Conductores de Vitrasa abandonan los vehículos en las paradas para irse de huelga

VIGO

M.MORALEJO

El conflicto se recrudece con unos servicios mínimos estrictos y paros de seis horas diarias

13 nov 2023 . Actualizado a las 23:53 h.

Autobuses sin servicio estacionados en las paradas después de que el conductor se baje para sumarse a la huelga de Vitrasa y trayectos de usuarios que tardan dos hora y media en llegar a su puesto de trabajo. Ese es el panorama de hoy en un conflicto laboral que se recrudece las puertas de las Navidades. Los trabajadores llevan mas de dos años pidiendo un nuevo convenio y la empresa no lo quiere negociar hasta que el Concello aporte más dinero a la concesionaria. En este tira y afloja los que están pagando el pato son los viajeros: «Ha llegado el conductor del autobús se ha bajado y se ha marchado, no sabemos adónde. Nos ha dicho que está de huelga y aquí estamos esperando», asegura Carol Vale, una joven venezolana de 31 años que espera en una parada de la avenida de García Barbón junto a sus compatriotas Nicole, Darys Lazarde e Irene Carreño.«Hemos venido a Cáritas a pedir ayuda. Llevo tres mees en Vigo y estoy buscando trabajo» dice esta empleada que ha trabajado también en la recepción de centros de belleza y spas.

La huelga de Vitrasa se ha endurecido desde esta mañana porque la empresa no ha tenido más remedio que acatar la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que dice que, en los paros parciales, los autobuses que han iniciado el recorrido no pueden seguir circulando cuando llega la hora prevista para interrumpir el trabajo. Hoy los paros son de 7.00 a 8.30 horas y 12.30 a 15.30 horas y 19.00, 20.30 horas. Los paros también están convocados de 18.30 a 21.00 horas en sábado y domingo.

Debido a esta sentencia, los autobuses que no realicen servicios mínimos, en caso de que los conductores secunden la huelga, no circularán desde el inicio de las franjas horarias de paros parciales. Antes sí lo hacían hasta que terminaban el recorrido. Pero hoy no ha sido así. «Me he tenido que bajar del autobús porque el conductor me ha dicho que no circula hasta San Andrés de Comesaña sino que su última parada la va a hacer en la plaza de la Industria», comenta, en una parada de Urzaiz, Patricia, una vecina de O Porriño que se ha bajado en Vialia y ha intentado coger el bus en Urzaiz para llegar a su trabajo, en una tienda de bricolaje.«Voy a tardar dos horas y media en llegar a mi puesto en un almacén de bricolaje», se lamenta. A su lado otra joven, Rosario se queja de que «un poco más y pierdo una entrevista de trabajo. Llegué media hora tarde, menos mal que el entrevistador sabe que hay un conflicto y se apiadó de mí», añade esta chica latina mientras consigue subirse al autobús tras una larga espera.

En el paro de este medio día hay 42 autobuses en servicios mínimos y por la tarde se reducirán a 30. Será así a lo largo de toda la semana laboral y el fin de semana el número será menor.

La empresa ha dicho que ha decidido reducir algunos viajes iniciados antes del comienzo del paro «para evitar tener que dejar a nuestros viajeros lejos de su destino siguiendo esta nueva medida, lo que significaría una situación de trastorno, incertidumbre e incluso de inseguridad en el caso de colectivos vulnerables».