Sanidade se inclina por cerrar el foco en A Guarda y O Rosal, pues no hay casos desde hace 10 días
21 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La Consellería de Sanidade se inclina por dar por cerrado el brote de legionelosis surgido en A Guarda y O Rosal, cuyo origen se desconoce. «El día 10 fue el último en el que un paciente empezó con síntomas», explica el jefe de servicio de sanidad ambiental de la Consellería de Sanidade, Manuel Álvarez Cortiñas. Ese último caso se confirmó el día 14, pero desde el inicio de síntomas han transcurrido once días. La Organización Mundial de la Salud dice que la infección causada por la bacteria de la legionela tiene un período de incubación de hasta diez días, es decir, una persona que se infecta hoy con la Legionella pneumophila puede empezar a desarrollar síntomas como máximo dentro de diez días. «Se esperará unos días para confirmar que ya no hay más casos y se dará por cerrado», dice el técnico de Saúde Pública.
Todo apunta a que se va a dar por cerrado sin conocer el origen del brote. La bacteria crece en el agua y se transmite por aerosoles, que son gotas minúsculas que se pueden generar en aspersores. No se contagia de persona a persona. Lo primero que se analizó fue el agua de consumo, pero ninguna de las muestras dio positivo para la legionela. Después, los técnicos buscaron en torres de refrigeración, pero no había ninguna. «Se vio incluso por Google Maps, por si desde la calle existía alguna instalación que no fuese visible, pero no se encontró nada», dice Cortiñas.
Como los primeros síntomas de la legionelosis se declararon el día 4, se revisó qué había ocurrido en los diez días anteriores. Pero eran días de lluvia en los que la gente se movía menos. «Todos los pacientes menos uno son personas jubiladas, varios tienen más de 80 años», detalla el jefe de servicio, para aclarar que son personas que están en pocos sitios, no tienen mucha movilidad.
«No hay ningún nexo común entre ellos, no compartían ni actividades ni espacios», certifica el alcalde de A Guarda, Roberto Carrero.
Hasta ahora, todo queda acotado a nueve infectados, que han desarrollado neumonía, un cuadro típico de la legionela. Todos fueron hospitalizados, aunque tres ya han recibido el alta. En cuanto al resto, una persona está en la uci, pero estable, y los médicos confían en su buena evolución. Los demás están en planta. De los nueve, ocho son de A Guarda y uno de O Rosal.
La infección por la legionela es potencialmente grave, sobre todo en personas mayores e inmunodeprimidas, pero también puede cursar de forma benigna en la población general. Como en el resto de infecciones bacterianas, se trata con antibióticos. La prueba de esta infección se hace con una muestra de orina y es rutinaria. Se practica solo cuando aparece un cuadro de neumonía. No hay ningún caso pendiente de resultados de laboratorio en este momento.
Un equipo de Sanidade analizó «todas las dependencias y edificios municipales, incluyendo las conducciones de aire, luego hicieron entrevistas personales con todos los pacientes para establecer posibles nexos y por último revisaron toda la traída municipal de aguas, pero no han encontrado el posible foco», dice el alcalde Carrero. También se revisaron fuentes, pero sin éxito.
La alcaldesa de O Rosal, Ánxela Fernández Callís, quiso trasladar «unha mensaxe de tranquilidade» y difundió en sus redes sociales información acerca de la legionela.
Esas medidas son generales. Como no se halló el foco del brote, no se llegó a precintar ninguna instalación. Tampoco se ha recomendado el uso general de mascarilla, porque no se transmite de persona a persona y porque el número de casos no ha crecido, si bien el tapabocas sí sería un elemento de protección frente a los aerosoles.