Obras, protestas, accidentes, actos culturales, asesinatos... Hoy se cumple medio siglo de la colocación de la primera piedra de un icono con vida propia
19 dic 2023 . Actualizado a las 00:57 h.Batallas, castillos, barcos hundidos con tesoros, literatura universal y contemporánea han tenido en el estrecho de Rande el escenario propicio para dejar una huella marcada en la historia. El punto más cercano entre las dos orillas de la ría de Vigo ha ilustrado las ediciones más cuidadas de Veinte mil leguas de viaje submarino, o dado forma a un museo sobre la batalla de 1702 en sus aguas, incluso rememorada con una calle el Londres dedicada a la mayor urbe gallega. Desde 1973, el nombre de Rande está pegado a otra circunstancia, la del puente que cruza la ría en ese punto y que, justamente hoy, cumple 50 años desde que se colocó la primera piedra de lo que se ha convertido en un icono de Galicia. Cincuenta años de historias desde el inicio de su construcción y que ha ido añadiendo capas de acontecimientos como el desarrollo de la propia obra, su puesta en servicio, los sucesos que han ocurrido encima y debajo de su perfil o las luchas por acabar con el peaje en el tramo de más tráfico de toda la autopista AP-9.
Orígenes. Soñado desde 1932. El arquitecto y urbanista porriñés Antonio Palacios fue el primero que concretó la propuesta de acercar las dos orillas de la ría con un puente y evitar así un largo rodeo por la costa entre Vigo y Pontevedra, idea que ya se había recogido en forma de artículo periodístico en 1920. Palacios consideraba que la obra se podría hacer por 800.000 pesetas de la época (4.808 euros), pero acabó costando 3.658 millones de pesetas cuatro décadas después. El ciclista, emprendedor y periodista Gerardo Campos retomó la idea y la defendió con toda intensidad a partir de 1946, propuesta que finalmente formaría parte del Plan de Accesos a Galicia que el consejo de Ministros presidido por el dictador Franco aprobó el 21 de agosto de 1970 en el pazo de Meirás.
obras
Leyendas desde el inicio. La primera piedra se colocó en la orilla de Moaña el 17 de diciembre de 1973, año y medio después de haberse lanzado un concurso internacional para su diseño. El ministro Gonzalo Fernández de la Mora llevó a cabo aquel acto formal tras una generosa comida en el pazo vigués Quiñones de León. Muy pronto se empezó a fantasear con que las obras sacarían a la luz los restos de los tesoros que pudieran haberse ido al fondo del mar en la batalla que casi tres siglos antes enfrentó a anglo-holandeses contra hispano-franceses. No ocurrió tal cosa, y eso que fue intensa la labor de los buzos que hormigonaron bajo el agua las bases de los pilares del puente, tareas que ayudaron a emerger, eso sí, restos de la edad de Bronce. Tampoco es cierta la leyenda de que el cadáver de un obrero permanece en el encofrado de una de las pilas, aunque alguno sí perdió una extremidad en las tareas de construcción del paso elevado, o tres operarios cayeron sobre la red de seguridad de la obra. Menos suerte tuvo otro que cayó al vacío en la ampliación del puente inaugurada en el 2017.
OTROS diseños barajados
Un puente colgante. El concurso de diseño del puente lo ganó la propuesta de Florencio del Pozo, Fabrizio de Miranda y Alfredo Passaro, pero hubo otros planteamientos. Un dibujo similar al del Golden Gate de San Francisco se puso sobre la mesa, pero su alto coste frenó dicha opción. También la de construir un puente en arco bajo los carriles de circulación, que en su caso no se adaptaba a la geometría del estrecho. Se acabó por secundar el diseño del puente atirantado que se llevó a cabo, el que sería el más grande del mundo en su momento (401 metros de luz entre pilares) con cuatro carriles, solo tres metros menos que el francés de Saint Nazaire, que se proyectó al mismo tiempo pero con solo dos carriles.
reino de las bicicletas
Cuatro años de demora. El de Rande se concluyó en cuatro años, pero del otro lado, en O Morrazo, la autopista no tenía todavía continuidad. La AP-9 se convirtió para los vigueses en una pista de carreras y cicloturismo por el que las flamantes bicicletas BH de la época circulaban sin temor a ningún otro tráfico. Hasta 7.000 ciclistas llegaron a batir el récord de España de concentración de vehículos de dos ruedas, un mes antes de que el puente entrase en servicio como pieza fundamental en el tramo de autopista entre Vigo y Pontevedra.
la crisis de ucd
Inauguración discreta. Pese a que se había convertido en símbolo de modernidad para el país, la inauguración del puente contó como figura más destacada la del director general de Carreteras de la época. La crisis que vivía UCD, el partido del Gobierno, tras la dimisión del presidente Adolfo Suárez, concentró a todos sus cargos en Andalucía en el congreso de elección del siguiente líder centrista, Leopoldo Calvo-Sotelo. «Es un paso importante para la unión de los hombres y las tierras de Galicia», acuño en la inauguración el gobernador civil de Pontevedra, Joaquín Borrel. Un sello de correos de 20 pesetas certificaba unos meses después para toda España el hito de ingeniería construido por las empresas MZOV y Cubiertas y Tejados. Llegaron a coincidir en la obra a 150 trabajadores en turnos que cubrían las 24 horas todos los días de la semana.
oscuros sucesos
Asesinatos y suicidios. El 14 de mayo de 1996 cuatro disparos de escopeta causaron la muerte de un hombre que se encontraba de madrugada con su mujer bajo el tablero del puente. Ella sería condenada a quince meses de prisión, y el segundo acusado, un primo de la viuda, acabaría siendo absuelto tras ser incriminado. Solo cuatro años después, un tronco humano, sin cabeza ni extremidades, aparecía flotando junto a los pilares del puente. De nuevo, un crimen por encargo que acabó con el encarcelamiento de la compañera sentimental del que fue identificado como un joven vigués, y los supuestos autores materiales del crimen. En 1999 se arrojaría la primera persona que trató de quitarse la vida desde lo alto del puente. En septiembre de este año, el último, tras dejar su coche aparcado en el puente. El presunto autor del asesinato de un vigués en Ponte da Lima, decidió en agosto del 2020 el mismo final para su vida, saltar desde lo alto.
Tres veces cerrado
Incendios y bicicletas. En tres ocasiones se ha cerrado al tráfico el puente de Rande. El fuego propició el corte del tráfico la primera en el verano del 2006, cuando la cíclica oleada de incendios forestales asolaba Galicia. El humo que bajaba por los montes de Moaña llevó a la Guardia Civil a cerrar el puente, como volvió a ocurrir en el 2016 cuando la planta de pescados ultracongelados de Fandicosta resultó devorada por las llamas y una nube negra abrazó la estructura viaria sobre la ría. El paso de la Vuelta Ciclista a España del 2013 cerró al tráfico también la circulación entre Vigo y O Morrazo, no sin un intenso tira y afloja previo con la concesionaria Audasa y tras tapar con lonas las juntas de dilatación del puente para que las bicicletas de los corredores no quedasen encajadas.
símbolo de los antipeajes
Años de protestas. En O Morrazo surgió el mayor frente antipeaje de cuantos han acompañado la vida de la AP-9. Las protestas de la plataforma surgida en los años noventa variaron en su forma, con marchas, pago de la tarifa en monedas de peseta en las cabinas para colapsar la vía, mesas redondas... todo lo posible hasta que el en 2006 el peaje desaparecía para los usuarios que circulan entre las dos orillas, asumiendo su coste a partes iguales el Gobierno central y la Xunta, eximida de dicho pago desde el 2017. Antes, en el 2000, Mariano Rajoy había prometido acabar con el peaje en el puente, y el Gobierno gallego y la Diputación de Pontevedra decidieron en el 2002 pagar la tarifa a quienes hicieran más de diez viajes al mes.
comienza el colapso
Accidentes y atascos. La gratuidad en el uso del puente, aceleró la utilización de la autopista que llegaría en el 2007 a sumar más de 70.000 coches al día. (Tras la ampliación concluida en el 2017 situó en 71.914 su último récord). Los accidentes por alcance en un tramo saturado pusieron encima de la mesa la necesidad de pensar en una alternativa. La Confederación de Empresarios de Pontevedra propuso la construcción de un nuevo puente entre la parroquia viguesa de Alcabre y Cangas, con restaurante y mirador incluido. El exalcalde Manuel Soto, que en los días previos a la inauguración del puente había sufrido una taquicardia que le tuvo hospitalizado, propuso otra ubicación para el segundo paso elevado sobre la ría: entre A Guía y Meira (Moaña). El clamor exigiendo una solución a los atascos en la entrada y salida de Vigo por la AP-9, llevó al entonces conselleiro Alberto Núñez Feijoo a estudiar oficialmente la construcción de un puente paralelo al de Rande. Sería en el 2008 cuando el siguiente presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, desveló la solución definitiva, añadir sendos carriles exteriores al puente. Su construcción comenzó en el 2015 y entraron en servicio en el 2017.
Vídeos, premios y larga vida
Imagen icónica. El perfil del puente de Rande ilustra la imagen de decenas de productos, empresas y campañas nacidas a ambos márgenes de la ría. Surge también en el vídeo que C. Tangana creó para el centenario del Celta, aunque los seguidores aparezcan sobre el puente por efecto de la técnica audiovisual que palió la negativa que Tráfico acabó dando a dar acceso a los seguidores celestes al tablero de las nuevas alas laterales, que merecieron ser designadas como la segunda mejor construcción en un puente del mundo en el 2019. La obra le ha dado al puente cien años más de vida, tal y como consideran los ingenieros que han ampliado el proyecto cuya primera piedra cumple hoy 50 años.