El colectivo Os Ninguéns se moja en Samil para reivindicar más justicia social en Vigo, donde el año pasado fallecieron 16 personas sin hogar
02 ene 2024 . Actualizado a las 17:52 h.El agua estaba fresquita, a unos 16 grados, pero era un día para mojarse. «Empezamos o ano na praia de Samil, mollándonos pola veciñanza empobrecida de Vigo», señaló el colectivo Os Niguéns. Lo tenían claro. Una decena de integrantes de la asociación se echaron al mar a media mañana, frente al San Remo. Fue una especie de catarsis. El primer chapuzón del año debían tener mucho de simbólico. Se trataba de reivindicar mejoras sociales para los que carecen de recursos y expresar el compromiso por esa lucha. Atrás quedaba el 2023, un año en el que 16 personas sin hogar perdieron la vida en la ciudad.
La vivienda. Ese es, acaso, el principal caballo de batalla de Os Ninguéns. Su portavoz, Antón Bouzas, advierte que seguirán visualizando el problema porque «do que non se fala, non existe». Hace solo unas semanas lanzaban una pregunta retórica, que para ellos igue teniendo una respuesta clara: «Vivimos nunha sociedade do benestar social? Non, hai unha importante parte da sociedade que foi expulsada deses dereitos, que malviven e morren no umbral da pobreza severa. Son persoas en situación de desemprego, traballos precarios, por horas, traballos non regulados, estacionais, e perceptoras de prestacións sociais que están moi lonxe de cubrir as necesidades básicas».
Entre los 16 muertos que quedan en su recuerdo estaban Rosana, la mujer que perdió la vida en el incendio del edificio de la calle Alfonso X, y sus tres hijos, Ezequiel, Aldara y Sara, y también Judith, la joven que apareció muerta en una cuneta de O Porriño y que ejercía la prostitución. El 2023 fue el de más pérdidas humanas en Vigo desde que se formó el foro socioeducativo hace ya cerca de nueve años. También fue un ejercicio en el que continuaron los problemas de desahucios (una media de cinco a la semana en la provincia de Pontevedra).
Sus reivindicaciones al Concello de Vigo y a la Xunta de Galicia siguen vigentes, pero no son los únicos en la ciudad que abogan por una mayor atención a los desfavorecidos, sobre todo en materia de vivienda. Amnistía Internacional, Cáritas, Érguete, Cristo da Victoria, Provivienda, Proclade Fundación, la Rede Social Galicia Sur y el Sindicato das Inquilinas, además de Os Ninguéns, han remitido sendas cartas al alcalde Vigo y a la delegada de la Xunta reclamando un plan plurianual que garantice el incremento progresivo del parque mínimo de vivienda destinado a políticas sociales. Esto incluye el alquiler social «e un calendario para acadar a media eukropea do 15 % de vivenda social de parque municipal de vivendas en Vigo», según señaló Isabel Flores, de Amnistía Internacional.
En Vigo, la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social al finalizar el 2022 era del 13,92 %, según el Instituto Galego de Estatística. Es la segunda de las siete ciudades gallegas con menor porcentaje de población en este apartado, pero también es cierto que la situación ha evolucionado a peor en los últimos años.