El Gobierno anuncia que las ciudades del eje atlántico tendrán AVE en marzo

Carlos Punzón
C. Punzón VIGO

VIGO

El ministro Óscar Puente estrenó en las Navidades del 2023 el AVE en Vigo, que recaló en la estación de Vialia donde le esperaban Abel Caballero, Gómez Besteiro, y el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, entre otros.
El ministro Óscar Puente estrenó en las Navidades del 2023 el AVE en Vigo, que recaló en la estación de Vialia donde le esperaban Abel Caballero, Gómez Besteiro, y el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, entre otros. M.Moralejo

El ministro Óscar Puente,en visita preelectoral, da una quinta fecha de la llegada de los trenes Avril tras probar el nuevo Talgo en un viaje experimental de 3 horas 35 minutos entre Madrid y Vigo. La Xunta muestra su «escepticismo» ante el nuevo calendario

05 ene 2024 . Actualizado a las 20:27 h.

Renfe comenzará a vender el 1 de marzo los primeros billetes de alta velocidad a las ciudades gallegas situadas en el eje A Coruña-Vigo y antes de que remate el mismo mes el AVE llegará desde Madrid a Vigo, A Coruña, Santiago y Pontevedra. El nuevo compromiso sobre dicha puesta en servicio, retrasada sucesivamente desde enero del 2021, ha sido anunciado hoy por el ministro de Transportes, Óscar Puente, tras probar una de las nuevas unidades del tren Talgo 106 Avril en un viaje experimental que ha unido Madrid y Vigo en 3 horas y 35 minutos y en el que ha estado acompañado de los Reyes Magos. El acto, convocado por el Concello de Vigo y por el PSdeG, contó con la presencia del diputado y candidato socialista a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, que hasta besó la cabina del tren tras arribar en la estación de la ciudad gallega. 

Esta nueva fecha se sucede a las que el Gobierno ha ido superponiendo desde que los trenes se encargaron en el 2017 y se anunciasen inicialmente su estreno para enero del 2021. Después se aplazaron a noviembre, diciembre, primavera del 2022, primer cuatrimestre del 2023 o verano o principios de otoño de ese mismo ejercicio, hasta que el actual ministro situó el nuevo horizonte en el primer trimestre del 2024.

Gracias a esos Avril, de 4,5 millones de plazas al año de alta velocidad en Galicia se pasará a 11, más del doble, gracias a que este tren es más grande —30 centímetros más de ancho y una configuración de filas de asientos con tres plazas y dos—, y habrá más frecuencias.

En el acto de recepción llevado a cabo en la estación Vialia de Vigo, Puente señaló que la nueva unidad que entró por primera vez en el complejo de transportes olívico permitirá rebajar en 40 minutos el tiempo del trayecto respecto al servicio actual. Los tiempos indicados por el ministro fijan en 2 horas 10 minutos el viaje entre Madrid y Ourense, en lugar de las 4.20 que requería en el 2018, subrayó el que fuera alcalde de Valladolid, que situó también la diferencia en el caso de Pontevedra de 6.40 a 3.20 horas, mismo tiempo requerido para el viaje a A Coruña y 3.35 a Vigo, mientras se mantenga en este último caso el rodeo que hay que realizar por Santiago. 

Puente añadió que también en marzo estarán listas en Galicia las unidades Avlo, el tren AVE de bajo coste de Renfe. Concedió más trascendencia el ministro al aumento de frecuencias que indicó se aplicará en las ciudades del eje costero, pasando Santiago a contar con 8 trenes con Madrid, en lugar de los 4 actuales; Ourense subirá de 10 a 12; A Coruña de 3 a 5, y Vigo, de 4 a 5. El ministro socialista acompañado de los Magos de Oriente, mantiene que se le tergiversó cuando tras tomar posesión calificó de «carta a los Reyes Magos» las reivindicaciones ferroviarias de Vigo, «pero nos dio una idea para traerlos hoy aquí el 5 de enero para que puedan presumir de haber venido por primera vez en la historia en un 106», añadió en referencia al modelo de Talgo que hará posible que acceda desde Ourense al resto del trazado ferroviario gallego cambiando el ancho de sus ejes de manera automática.

Puente indicó que el tren está listo, aunque precisó que está siendo sometido a las últimas pruebas de fiabilidad, llegando a Pontevedra con entre 15 y 20 minutos de adelanto. El ministro ensalzó la «comodidad» del tren Avril, su crecimiento a lo ancho en 30 centímetros en su caja, que permite en clase turista tres asientos a un lado del pasillo y dos al otro, mientras que en preferente la distribución es de dos más dos. «Eso nos va a permitir ganar 200 plazas por vehículo respecto a un tren convencional, lo que nos va a permitir atender mejor la demanda existente», aseguró.

El titular de Transportes señaló que además de en Galicia, los nuevos Talgo operarán en Asturias y en la ruta con Francia y además permitirá liberar otros trenes para atender reclamaciones como las existentes en Salamanca, Extremadura, Teruel y otras zonas. Renfe recibirá 30 trenes Avril de los que 20 se utilizarán en rutas nacionales, de los que 15 tendrán ancho variable, lo que permitirá su uso en las vías gallegas y asturianas. «Esto nos permitirá pasar de una operativa de cuatro millones y medio de plazas a once millones, multiplicamos por 2,5 las plazas», calculó.  

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En su visita a la estación de Vigo, Óscar Puente anunció también que su ministerio ha empezado a estudiar la posibilidad de implantar en Galicia servicios ferroviarios de cercanías, ya existentes en nueve autonomías y que forma parte del acuerdo de investidura firmado entre PSOE y BNG. También se manifestó el ministro de Transportes sobre el debate político que se ha reabierto en Portugal sobre la conveniencia de reestudiar la inversión del país vecino en el tren de alta velocidad, indicando que el Ejecutivo del que forma parte apuesta por las conexiones de infraestructuras con los países vecinos y que de ello hablará en la próxima cumbre que se está organizando entre los dos gobiernos. «Galicia y Portugal deben de estar comunicados, pero no solo Galicia, sino también Castilla y León, Madrid y Valencia para mercancías... Vamos a apostar por ellas», dijo sin comprometer nada específico sobre la salida sur de Vigo, la llamada a empatar en Valença con el TGV luso. Tampoco lanzó ningún anuncio sobre el trazado alternativo del AVE a Vigo por Cerdedo, para evitar el rodeo en la línea de Madrid por Santiago, indicando que «yo he asumido el compromiso de no asumir compromisos a medio y largo plazo de manera artificial». Concluyó diciendo que ahora este proyecto está en estudio y cuando se termine se hablará del proyecto y tras su remate se podrá hablar de la obra. «Seguiremos los pasos para llegar al objetivo que es hacer la infraestructura», afirmó siguiendo la estela de los siete anteriores ministros de la misma cartera.  

Escepticismo de la Xunta

El anuncio hecho por el ministro en su visita a Vigo fue contestado desde la Xunta para manifestar su «escepticismo» ante el nuevo calendario y la falta de concreción en la fecha de la puesta en servicio. «Os galegos seguimos sen saber exactamente cando poderemos subir a un tren Avril porque o único que dixo o ministro é que o 1 de marzo está previsto que se comecen a vender billetes e que se agarda que dentro dese mesmo mes comece a operativa comercial deses trens. Polo tanto, o ministro non dixo nada novo do que xa comprometera, primeiro trimestre de 2024», manifiesta el Ejecutivo autonómico. «Isto fainos ser escépticos en canto ao prazo de marzo ofrecido», se añade desde la Xunta, que apunta aún no se ha llevado a cabo la formación de los maquinistas que se encargarán de los nuevas unidades, actividad indispensable para la entrada en servicio.

El equipo de Alfonso Rueda se pregunta si Galicia tendrá las siete unidades del nuevo tren de ancho variable que estima hacen falta para cubrir las necesidades de conexión con Madrid, al tiempo que se advierte que solo habrá dos frecuencias nuevas con la capital del Estado, al pasar en realidad a cambiar varias de las existentes con Alvia a Avril o Avlo. 

La visita de Óscar Puente no altera en nada, concluye la Xunta, la relación de Ferrol y Lugo con la alta velocidad, al quedar ambas ciudades fuera del mapa de los trenes Avril al no contar sus vías con electrificación.  

Dos años de AVE solo a Ourense, y Ferrol y Lugo quedan fuera

La alta velocidad llegó a Galicia el 21 de diciembre del 2021 tras 21 años de proyectos y obras. Lo hizo once años después de la primera fecha manejada desde la Administración central pero, pese a esa demora, lo hizo solo a un punto de Galicia, a Ourense. Los transbordos en su estación, o directamente, los desplazamientos en coche hasta la misma, como hacen bastantes vigueses, por ejemplo, para evitarse transbordos y rodeos, es hasta ahora el único contacto que los gallegos han podido tener en sus desplazamientos con la alta velocidad y los 300 kilómetros por hora que llega a alcanzar en algunos puntos del viaje a Madrid.

El ministro Óscar Puente puso una cruz —aunque aún sin concreción fina— en la hoja de marzo del calendario. Pero la alta velocidad seguirá sin estar completa. En Lugo y Ferrol tendrán que seguir sintiéndola de lejos, al no estar electrificada la vía que llega hasta sus andenes.

Xunta, Parlamento, sindicatos de trabajadores ferroviarios y plataformas de usuarios amplían el listado de problemas del tren al rosario de incidencias y retrasos que sufren de manera habitual los servicios más utilizados por trabajadores y estudiantes, y la discriminación que sufre Galicia por carecer de un tren de cercanías como el que facilita el transporte en nueve comunidades autónomas. Respeto a esta reivindicación, el ministro de Transportes aseguró ayer que su departamento ha iniciado ya el estudio para analizar su viabilidad e implantación en la comunidad gallega. Dicha posibilidad formó parte del acuerdo de investidura firmado entre el PSOE y el BNG, en el que se centraba la opción de un servicio de proximidad, sobre todo, entre Vigo y Pontevedra, y en el norte, entre A Coruña y Ferrol.

Sobre los problemas de retrasos y cancelación de servicios, que han llegado al Parlamento gallego, Congreso y Senado y hasta el Defensor del Pueblo, Óscar Puente vino a señalar que estarán en vías de solución en cuanto entren en funcionamiento los trenes Avril y se liberen las unidades de Alvia y Avant utilizadas en la larga distancia, y se vayan incorporando a lo largo de este año y el siguiente los 500 trenes encargados por Renfe. Puentes achacó a que no se haya adquirido ninguna unidad desde el año 2010 las tensiones que se viven en los servicios de la empresa ferroviaria por falta de material, lo que añadió se agrava aún más en el caso de las cercanías, donde no hay incorporación alguna de trenes desde el 2008.