Marcos Muñiz : «Pensaba que la llamada de la selección ya no llegaría por la edad»
VIGO
Al cambiar el Barça por el Sevilla, le llegó la ocasión de ser internacional
06 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El jugador vigués de rugbi Marcos Muñiz vive un momento dulce. Se arriesgó a cambiar de equipo pese a sentirse a gusto en el Barça, porque buscaba unas condiciones mejores y ser plenamente profesional. No solo lo consiguió en el Real Ciencias Rugby Club Sevilla, sino que, como premio añadido, le llegó su primera convocatoria con la selección española pasados los 30.
—¿Cómo surge la posibilidad de dejar el Barcelona?
—Allí viví seis años muy buenos, en los que aprendí de todo y en una ciudad impresionante, donde se vive muy bien, aunque es un poco cara. Tuve la oportunidad de venir a Sevilla, donde me ofrecían mejores condiciones y decidí venir. Se ha formado este año un equipo bueno para poder luchar por estar arriba y el Barça no estaba en esas condiciones. Me salió la oportunidad y la cogí, después de mucho tiempo buscando algo más profesional.
—Desde fuera, puede parecer extraño que para buscar algo más profesional deje el Barça.
—Sí, pero lo que pasa es que tienen la sombra del fútbol. Le dan mucha importancia y tienen otras secciones amateur un poco más descuidadas, más fastidiadas económicamente. No pueden ofrecer buenos contratos y tal y como está el panorama, con muchos equipos ofreciendo dinero y trabajar solo de esto, están a la cola ahora mismo.
—¿Y no había tenido oportunidades antes de cambiar de aires?
—Alguna había tenido, pero no tan claras como esta. Y me costó decidir, porque tenía mi vida hecha, mi trabajo, mis cosas.
—¿Qué le convenció de la propuesta de Sevilla?
—Como decía, se ha formado un grupo chulo y con ambición de ganar y estar arriba. Vamos terceros y podíamos incluso ir mejor. Y también tuve la suerte de irme con dos amigos, así que todo sumó. En Barcelona, compaginaba el deporte con el trabajo de mecánico y aquí, soy profesional del rugbi; eso también me ha permitido rendir mejor en esta nueva etapa.
—¿Cómo ha sido la adaptación después de tanto tiempo en otro club?
—Estoy contento. Creo que las dos partes hemos encontrado lo que necesitábamos y que yo les estoy pudiendo dar lo que buscaban cuando me ficharon.
—¿Se le pasaba por la cabeza la posibilidad de ser llamado por la selección?
—Se me pasaba soñándolo, pero no. Pensé que ya no iba a llegar esa llamada por la edad, porque suelen optar por gente menor y con más proyección. Tenía en mente que son mis últimos años como profesional y que después me retiraré, volveré a Vigo y esas cosas. Parece que me han dado como un empujoncito.
—¿Y cómo se sintió junto a los mejores?
—Conocía algunos de antes y eso lo hizo más fácil, pero a nivel de juego, me costó un poco al principio. Es más rápido, más intenso. Creo que no estaba al nivel física ni mentalmente, pero allí te ayudan a que lo consigas y moló muchísimo, te quedas con ganas de más.
—Así que ahora sí tendrá el objetivo de volver.
—Sí, ya que metí el pie, quiero meter la rodilla. El seleccionador me dijo dónde quiere que mejore y las cosas que se me dan bien y tengo que mantener. Quiero entrenar y trabajar duro para ello.
—Con este empujón del que hablaba, ¿se ve jugando mucho más tiempo?
—Me veo, pero no lo sé. Mi posición es un poco especial y hasta que eres adulto, no sueles jugar a un buen nivel, por la melé y todo eso. Dicen que el mejor momento de un pilar es entre los 26 y los 28, que se retiran más tarde. Mentalmente, estoy dispuesto y será lo que me deje el cuerpo.
—¿Contempla retirarse en el Vigo?
—Me encantaría, lo que más. Como mínimo, jugar mi último partido con ellos. Empecé en el rugbi universitario en Madrid y el Vigo fue mi primer club. Tengo contacto con ellos y voy a visitarlos siempre que vengo a Vigo.