Dos niños de 3 y 4 años viajan en el maletero de un coche por la autopista AP-9 en Vigo
VIGO

El turismo cruzó el puente de Rande y lo conducía un padre sin carné y reclamado por un juzgado. Llevaba a bordo a un total de siete niños, dos hijos y cinco sobrinos. Es una familia de turistas madrileños alojados en Moaña que fueron a ver las luces de Navidad a Vigo y perdieron el barco
08 ene 2024 . Actualizado a las 23:04 h.Dos niños de tres y cuatro años asomando la cabeza por el maletero del coche que circulaba por la autopista AP-9, entre Moaña y Vigo. Esa fue la insólita visión que comunicó una conductora cuando alertó a Emergencias. Dos coches patrulla de la Policía Local de Vigo emprendieron una persecución hasta cruzar el puente de Rande y pararon el coche en Moaña. Los agentes descubrieron que a bordo viajaban siete menores, dos de ellos en el maletero. El coche solo tenía cinco plazas.
Conducía un hombre madrileño de 47 años que carecía de carné por pérdida de puntos y que además estaba siendo buscado por un juzgado de Madrid. El implicado decidió ocultar a los niños más pequeños dentro del maletero (retirando la tapa para acomodarlos) porque no tenía sillitas de retención de menores y no quería que llamar la atención y que lo parase la policía. No contaba con que los niños se pondrían a mirar los coches de la carretera por la luna trasera.
El conductor explicó que eran varias familias de turistas madrileños que estaban de vacaciones en una casa de O Morrazo y habían cruzado la ría esa tarde para ver las luces de Navidad de Vigo pero que habían perdido el barco de vuelta a Moaña, localidad donde estaban alojados. Él era el padre de los dos niños más mayores y altos, de unos 12 años, y los otros cinco, sus sobrinos. Como perdieron el barco de regreso, él se encargó de llevar en su coche a los siete niños más pequeños escondidos porque carecía de sillitas de retención. Los acomodó a bordo como pudo. Le cayeron cinco multas.
El incidente fue cerca de las diez de la noche del miércoles, día 3. Una conductora que circulaba a la altura de la rotonda de Isaac Peral, en Vigo, observó como en un Seat León de color blanco, del que dio datos de la matricula, viajaban dos menores acomodados dentro del maletero y que asomaban sus cabezas a través de la luna trasera. La testigo informó a la Policía Local de que el coche había entrado en la autopista rumbo al puente de Rande y en dirección a Pontevedra.
El coche fue perseguido por dos coches patrulla por el puente de Rande y lo pararon en la entrada del corredor de O Morrazo, en el vial AG46, a la altura de Domaio. Al inspeccionar el turismo, los agentes contaron en los asientos a 5 menores de edad, uno de ellos sentado en el regazo de otro menor, sin ningún tipo de sistema de retención infantil. Cuando abrieron el maletero, descubrieron a los otros dos niños, de tres y cuatro años. En total iban siete niños en el mismo vehículo cuando lo máximo autorizado son cuatro, a mayores del conductor. Cinco de ellos necesitaban usar sillita.
La Policía Local descubrió que el conductor carecía de permiso de conducción porque no había realizado el pertinente curso de sensibilización y reeducación vial para la recuperación de puntos, una vez cumplida una suspensión temporal para conducir. Y un juzgado de Madrid había solicitado averiguar su paradero y domicilio.
Los agentes inmovilizaron el vehículo, a la espera de que se personase en el lugar otro transporte para hacerse cargo del exceso de ocupantes. Acudió un conductor de sustitución y un taxi para regularizar la situación y trasladaron a los menores de manera segura a sus domicilios.
El 092 denunció al conductor por exceso de ocupantes superior al 50% y llevar a los menores con altura igual o inferior a 135 centímetros sin hacer uso del sistema de retención infantil homologado.
Únete a nuestro canal de WhatsApp
Distribución en el coche
El niño más alto, que superaba los 135 centímetros, viajaba correctamente en el asiento de copiloto. Otros cuatro niños se acomodaron en el asiento trasero. Uno, de 12 años, era alto y estaba sentado correctamente. Los otros tres lo hacían incorrectamente porque eran más bajos. Tenían entre 8 y 11 años aproximadamente porque la Policía Local ignora su edad exacta porque no los identificó. Uno de ellos se tumbó sobre el regazo de otro pequeño. En el habitáculo del maletero iban los otros dos benjamines.
Al conductor le hicieron un test de alcoholemia y dio negativo.