La activación del sistema de cámaras en la unidad de psiquiatría infantil permite desatar a Gabriel

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

Carolina Conde, madre de Gabriel
Carolina Conde, madre de Gabriel XOAN CARLOS GIL

La madre del joven denunció la situación el pasado domingo en La Voz

11 ene 2024 . Actualizado a las 21:39 h.

Desde este martes, el personal de enfermería de la nueva unidad de hospitalización psiquiátrica infantojuvenil del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo ya tiene acceso a las cámaras que graban lo que ocurre en cada habitación. Gracias a ello, el pequeño Gabriel, un niño de 13 años con autismo que ingresó el día que se abrió la unidad, el 28 de diciembre, pudo ser liberado de las correas de contención con las que llevaba atado a la cama desde el primer día, según confirma su madre, Carolina Conde.

Ella misma había denunciado en un reportaje en La Voz del domingo que el niño estaba permanente atado desde el primer día. Las cámaras estaban instaladas en las habitaciones, pero como el personal de enfermería no tenía monitores para ver qué grababan, debían tener atados a los niños más agitados para que no se hiciesen daño a ellos mismos ni a los otros. El Sergas explicó en ese momento que la videovigilancia estaba instalada, aunque no aclaró si funcionaba. Ahora especifica a través de una portavoz que hasta ahora faltaban unos permisos de software y por eso no se estuvo empleando hasta esta semana.

Carolina Conde, que se formó en trastorno del espectro autista (TEA) a raíz del diagnóstico de su hijo, confirma que ahora a Gabriel «lo vigilan por la cámara, lo dejan con la puerta cerrada y ven cómo está». Esto era lo que pedía ella, pues así trabajan en la unidad de psiquiatría de niños y adolescentes de Santiago, la única que existía hasta ahora en Galicia y en la que Gabriel estuvo ingresado varios meses.

Otro de los problemas que detectaba en la nueva unidad era la falta de una terapeuta ocupacional. El Sergas había anunciado el día de la apertura que la unidad contaba con una. En realidad no lo tenía y Gabriel solo tuvo una atención de este tipo tres días a la semana en sesiones de solo veinte minutos. Este martes ya se incorporó una terapeuta ocupacional a tiempo completo para trabajar con los pacientes.

La sala de tiempo fuera está acolchada para trasladar a pacientes en momentos de crisis
La sala de tiempo fuera está acolchada para trasladar a pacientes en momentos de crisis M.MORALEJO

La madre revelaba que tampoco se estaba utilizando la habitación de la calma o sala de tiempo fuera, un habitáculo blanco completamente acolchado que sirve para afrontar el momento agudo de una crisis: se traslada allí al paciente para evitar que se haga daño o que agreda a otros, hasta que se calma. Según el Sergas, esta sala «está perfectamente dotada y en disponibilidad de ser usada». Pero al llegar a la unidad, el personal se dio cuenta de que tenía una luz blanca muy potente. Se va a cambiar por otra más cálida, más apropiada para un momento como una crisis.

La unidad de hospitalización debía haberse abierto cuando se estrenó el Cunqueiro, en septiembre del 2015. Sin embargo, se inauguró ocho años después. Por el medio hubo varios proyectos y ubicaciones, ya que no estaba en el plan constructivo original. El año pasado el Sergas trasladó al hospital de Santiago a 70 menores porque en Vigo tenía que ingresarlos en pediatría o en psiquiatría de adultos. En este último espacio, Gabriel llegó a estar 17 días con contenciones.

El conselleiro de Sanidade prometió en una visita a las obras de la unidad que abriría este año y por eso se inauguró el 28 de diciembre. Ya en enero se han corregido algunos déficits.

La diputada del BNG Montse Prado denunció ayer que las carencias de la unidad tienen «un impacto directo na calidade asistencial» y que las contenciones mecánicas se deberían reservar a situaciones de emergencia.