
Una mujer maltratada y sin recursos pide a la Seguridad Social el tratamiento de una piorrea, dolencia que puede ser mortal
14 ene 2024 . Actualizado a las 23:02 h.Sin dinero para costearse un tratamiento para su enfermedad dental en una clínica privada y viendo cómo la sanidad pública no le ofrece ninguna solución. Una mujer de 36 años que ha sido víctima de violencia de género vive con desesperación el avance de su enfermedad dental. Padece una piorrea grave que le causa un gran dolor bucal y le impide ingerir alimentos sólidos. «Me lo genera mi propia saliva y eso supone que tengo que cambiar toda mi boca», afirma.
Es consciente de que su enfermedad podría llegar a ser mortal, por lo que le parece indignante que la Seguridad Social no cubra el tratamiento que necesita para poder llevar una vida normal. «La salud bucal es muy importante y se está haciendo una mina de oro al privatizar la atención, cuando la Seguridad Social debería de dar una respuesta ante enfermedades por la que te puedes morir. Estos tratamientos tendrían que ir por la Seguridad Social, sí o sí», afirma esta viguesa, que es madre de un niño pequeño. Afirma que a ella ya la han tenido que ingresar varias veces por sufrir abscesos. «Me han tenido que operar y extirpar muchas muelas porque se me creaban abscesos y si me reventaban me podía morir», recuerda.
Esta mujer, que prefiere no revelar su identidad porque acaba de pasar por un procedimiento judicial con una sentencia condenatoria por los malos tratos psicológicos que sufrió de su expareja, afirma que ha pedido presupuestos en clínicas privadas, pero las cantidades que le piden le resultan astronómicas. «Tengo que cambiar toda la boca, pero lo que me plantean es intentar arreglar lo que queda y estamos hablando de más de 20.000 euros», afirma.
Actualmente no tiene trabajo. Es camarera de profesión y trabajó hasta hace poco tiempo en una conservera, hasta que se le terminó el contrato de tres meses. «Lo que me piden me parece una barbaridad extrema y, si tuviera un trabajo, estaría años financiando la boca», lamenta. «Tal y como están los precios de los dentistas no puedo hacer frente a esta situación. No tengo una solución para mi boca», lamenta. «Me alimento a base de cafés. Echo de menos poder comerme un bocadillo», lamenta. Afirma que se le mueve toda la dentadura.
Necesita curarse la boca no solo por salud, sino también por una cuestión estética, puesto que está acostumbrada a trabajar de cara al público. «Ahora con esta boca no me cogen en ningún lado. A medida que voy cumpliendo años cada vez es más difícil y la estética no me ayuda nada», lamenta. Actualmente subsiste con un subsidio de 480 euros al mes y una pequeña paga que le pasa su exmarido, que tampoco tiene trabajo, para los gastos escolares del niño. Solo en el alquile del piso se le van 440 euros mensuales. Dada su mala situación económica, recibe el apoyo de los servicios sociales del Ayuntamiento y también de ciudadanos movilizados a través de las redes sociales. En la actualidad, está tramitando una ayuda para poder pagar el alquiler de su casa, «para lo que me han ayudado las chicas del Centro de Información á Muller».
Un grupo de Facebook de Vigo denominado Ayúdanos para ayudar busca algún dentista solidario que quiera hacerse cargo del caso de esta mujer y también han empezado una campaña de captación de fondos para ayudarla, según informa su administradora Kawthar. Además colaboran aportándole alimentos tanto para ella como para su hijo. Tampoco descartan emprender movilizaciones ante las administraciones con pancartas para reclamar que se amplíe la cobertura pública de la sanidad dental para que ninguna persona se quede fuera de tratamientos que podrían salvarle la vida por no tener los recursos necesarios para pagarlos en consultas privadas.
Cuando no se puede ir a la consulta del dentista por motivos económicos
La cobertura dental en la sanidad pública es muy limitada, lo que obliga a los pacientes a recurrir a las consultas privadas para poder solucionar problemas comunes, como hacerse un empaste. En el caso de los adultos, el dentista de la Seguridad Social cubre infecciones o inflamaciones y extracción de piezas dentales. Para los niños, la cobertura es más amplia, puesto que también incluye revisiones completas, endodoncias o empastes, entre otras. Hay quienes se pueden pagar los tratamientos, pero también quienes no lo pueden hacer por no tener los suficientes recursos para unos tratamientos que no son baratos. Es lo que se conoce como la «pobreza dental». Según algunos estudios, un 9,25 % de los españoles no pueden acudir al dentista por razones económicas. Esta situación afecta especialmente a los jóvenes de entre 12 y 15 años, quienes concentran más del 77% de dientes con caries. El Gobierno central ha lanzado un plan nacional de salud bucodental para ampliar las coberturas de la sanidad pública.