Nueva Zelanda suspira por el oceanográfico que ultima Vigo: «No veo la hora de subir a bordo para contar y medir peces»
VIGO
El Kaharoa II, que Armón entregará en febrero, servirá para analizar el cambio climático en el Pacífico
31 ene 2024 . Actualizado a las 23:57 h.«Estoy muy emocionado. No veo la hora de subir a bordo para empezar a contar y medir peces». Lo dice Richard O’Driscoll, científico jefe de Pesca del Instituto Nacional del Agua y la Atmósfera de Nueva Zelanda (Niwa). Durante 130 días al año, su entorno laboral y el de su equipo es el mar. Son los responsables de las investigaciones pesqueras entre el mar de Tasmania y el océano Pacífico, para saber qué ocurre en el fondo marino y cómo se comportan sus moradores. El centro está de celebración y aguarda con impaciencia desde la otra punta del mundo un nuevo oceanográfico. Armón ultima en Vigo la entrega del Kaharoa II, que sustituirá en el país de los kiwis a su hermano mayor, el Kaharoa, después de 400 viajes y 40 años de historia.
La nueva embarcación que ponen a punto en las gradas de Beiramar transformará el método de trabajo del Niwa. En el astillero Ría de Vigo han construido un oceanográfico de 36 metros de eslora (ocho más que el anterior) y espacio para seis tripulantes y trece científicos. Su autonomía es de 35 días, podrá realizar estudios de pesca hasta los 600 metros de profundidad y campañas oceanográficas a 6.500 metros. «Podremos pasar de un estudio de arrastre costero durante una semana a explorar las profundidades del océano para comprender el impacto del cambio climático», destaca Mike Williams, responsable de Oceanografía en el instituto neozelandés. El buque medirá los patrones climáticos al menos hasta el 2064, ya que la esperanza de vida que auguran del Kaharoa II es también para otros 40 años.
Otro avance tecnológico tiene que ver con los ruidos y perturbaciones que provoca la navegación y que afectan a grandes especies, a ejemplares comerciales y a los seres más pequeños del agua en cualquier mar del planeta. En este sentido, el Kaharoa II cuenta con tecnología de mitigación de interferencias electromagnéticas; es de clase silenciosa. También está equipado con motores de bajo consumo y sistemas de tratamiento de los gases para aliviar las emisiones.
La viguesa Ibercisa ha participado en la construcción del oceanográfico, una industria donde atesora tres décadas de experiencia. Lo ha hecho como el principal proveedor de maquinaria de la mano de Scantrol. La auxiliar gallega ha asumido el reto de incluir «una gran cantidad de equipos» adaptados para un barco relativamente pequeño, de 36 metros de eslora.
Es cuestión de días que el Kaharoa II se despida de Vigo e inicie su travesía inaugural. La hoja de ruta del Niwa pasa por emplear la nueva embarcación para «el suministro de datos esenciales para informar la gestión pesquera, investigaciones oceanográficas críticas (incluida la respuesta del medio marino al cambio climático), investigaciones en profundidad sobre biodiversidad, estudios de bioseguridad y contribuciones vitales a la gestión de riesgos». Al igual que el primer Kaharoa, lanzado al agua en el 1981, el barco construido en Vigo apoyará a un otro mayor que trabaja en los océanos Índico y Pacífico, desde Ciudad del Cabo hasta Santiago.
Más entregas
Con entregas como la que esperan que se confirme este febrero, los astilleros de Armón siguen coleccionando hitos navales. En enero, celebraron en las instalaciones de Ría de Vigo la botadura del nuevo oceanográfico para Islandia, el Þórunn Þórðardóttir. En las gradas construyen ahora mismo a la velocidad de una embarcación por mes. Mientras tanto, continúan avanzando en las nuevas plataformas científicas para España, Holanda y las Azores.