Lume-1, el nanosatélite gallego para detectar incendios forestales, reingresa en la atmósfera tras 28.700 órbitas alrededor de la Tierra

El nanosatélite Lume-1 de la Universidad de Vigo ha reingresado en la atmósfera este 14 de febrero de 2024, día de San Valentín, tras cinco años en órbita. Fue lanzado en diciembre del 2018 a bordo de la nave Soyuz desde la base espacial rusa Vostochny, en Siberia, y ha completado más de 28.700 órbitas alrededor de la Tierra. Su viaje ha sido nada menos que de 1.300 millones de kilómetros.

El Lume-1, que formó parte del proyecto europeo FIRE-RS, ha tenido como misión principal la detección y monitorización de incendios forestales, aunque también sirvió para probar la eficacia de un sistema de comunicaciones desarrollado por la institución académica. El satélite gallego «ha superado con creces nuestras expectativas», explica el profesor Fernando Aguado, director del Grupo de Tecnologías Aeroespaciales de la UVigo. Señala que «no solo se validaron con éxito todas las comunicaciones, sino que en su misión extendida se pudieron incorporar nuevas capacidades y aplicaciones».

La vida útil de estos nanosatélites suele ser corta, de entre seis meses y un año, pero el Lume-1 ha estado operativo cinco años. Los datos recopilados se usarán para mejorar la lucha contra los incendios forestales y para desarrollar nuevas tecnologías espaciales. «Ha sido un proyecto de gran éxito», remarca Aguado, convencido de que la Universidad de Vigo se consolida como una referencia en el ámbito espacial y abre la puerta a nuevos proyectos de investigación e innovación. Antes de este, hubo otros tres nanosatélites fabricados en el campus vigués: el Xatcobeo, el Serpens y el Humsat-D , que aún sigue en órbita. El quinto ya está en el laboratorio y se lanzará en el 2027. El Grupo de Tecnologías Aeroespaciales trabaja en un nuevo satélite con una carga útil de comunicaciones láser de alta velocidad.

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