Dispuesta a dar «lo que pueda y más» por estar en París

VIGO

La tiradora Judith Rodríguez tiene dos citas para intentar ser olímpica

15 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Judith Rodríguez enfila la recta final del ciclo paralímpico con ansias de «dar todo lo que pueda dar y más» para intentar estar en la cita de París. Explica la tiradora del club vigués El Olivo que quedan dos competiciones por delante en las que poder sellar su billete, el Europeo de la capital francesa, el mes que viene, y la Copa del Mundo que se celebrará en Brasil en mayo. Admite que el proceso es «bastante complejo».

Existen una serie de normas y opciones: por ránking, en función de si tienes equipo o no... «Estamos tres europeas luchando por un puesto de Europa. No tengo equipo, que beneficia mucho, pero estoy en un buen momento y mi objetivo es hacer un buen Campeonato de Europa para poder sellar la clasificación», detalla. ¿Qué necesita en esa cita para meterse? «Tengo un bronce europeo la temporada anterior y para el ciclo cuenta el mejor europeo que hagas. Así que me planteo entrar en la final o ganar», añade.

En función de cómo salgan las cosas y de cómo les vaya al resto de oponentes, si no lo logra allí, quedará la opción de Sao Paulo, dentro de tres meses. «Ahí se sabrá», confirma. De cara a estos retos tan importantes, Rodríguez está ahora mismo trabajando tanto la parte técnica como la física, sin descuidar la mental, a la que concede una importancia capital. «A medida que se acerca el cierre del ciclo, notaba que la presión aumenta y cuando eso pasa, todos sabemos que se ve reflejado (en el rendimiento)», analiza. Así que se ha puesto manos a la obra para intentar afrontar las competiciones «con las mismas ganas pero con menos nervios».

Cuando comenzó en la esgrima en silla —la practicaba a pie hasta que perdió una pierna en un accidente de tráfico, en el 2018, volviendo de competir—, Judith pensaba que la adaptación a la nueva modalidad le iba a costar más. Por eso veía los Juegos como algo lejano, por mucho que siempre hubiera sido su sueño. «Como todo deportista de élite, soñaba con ello. Pero en silla, sabía que me quedaba mucho para optar», cuenta. Comenzó a verlo como una posibilidad real cuando comenzó a acudir a Copas del Mundo y a exhibir en ellas un buen nivel. «Empiezas a pensar que no es tanta locura, pero sigo siendo una novata entre gente que lleva mucho tiempo», recuerda.

Estar en París sería «la recompensa al trabajo de estos años», no solo desde que practica este deporte en silla, sino de antes. Incluso se clasificara, eso no sería todo, sino que ya avanza que seguiría «soñando con la medalla». Pero sabe que hay que ir poco a poco. Si no se mete por ránking, contempla la opción, aunque no sea fácil, de la wild card. «Si no, lo seguiré intentando. De cara a Los Ángeles tendré mucha más experiencia e instrumentos».

«Me siento igual que a pie»

Cuenta Rodríguez que la primera vez que compitió en esgrima en silla se sintió «exactamente igual» que a pie. «Me daba miedo, no sabía cómo me iba a sentir. Pero todo es deporte», subraya. Lo disfruta igual que, en su momento, en la otra modalidad. «Me siento en mi silla y todos somos iguales, hay las mismas ganas y el mismo esfuerzo. Cuando le llaman esgrima adaptada, yo digo que es en silla. Hay millones de deportes y todos tienen su magia», dice al tiempo que alaba el gran ambiente que hay, formando «una gran familia».

Además de su preparación, otro factor importante en su día a día es el aspecto económico. Contar con un patrocinador, la Escudería Ramilo, es clave, y también ha contado con ayudas de las instituciones. «No cubren todos los gastos y tengo que poner mucho de mi parte. Pero poco a poco intento tener menos preocupaciones y centrarme al máximo en la parte deportiva», relata.

«Cuando doy charlas a colegios, te ven como un superhéroe»

Judith Rodríguez, que estudió INEF, está centrada en su faceta deportiva, pero saca tiempo para dar charlas sobre discapacidad en colegios. «Suelo llevar pantalón corto y la prótesis llama la atención. Miran hacia la pierna y quieren saber. Les digo que tienen que esperar un poco y empiezo a hablar de la discapacidad y de los deportes paralímpicos», detalla. Dice que la ven «como un superhéroe», algo que le «encanta». En sus intervenciones, les explica que «nadie está exento de tener una discapacidad», como muestra su propio, caso, ya que no la tenía antes de la enfermedad.

Recuerda que cuando sufrió el accidente, pensaba que iba a morir y cuando vio que sobrevivía, tomó conciencia de que seguir estando viva era «mucho, porque mucha gente querría tener vida aunque le faltara una pierna». Eso no significa que no fuera duro y que no supusiera un shock, pero le ayudó a asumirlo. «Tenía una vida antes y puedo seguir realizándola de otra manera. Lo importante es aprovechar los buenos momentos, reírse y tener metas para seguir».