La agresión al arrecife de las islas Cíes puede acarrear multas de hasta 300.000 euros

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

VIGO

JOSÉ IRISARRI

La Consellería do Mar apunta al furtivismo como la causa de la desaparición del banco de anémonas frente a Rodas

17 feb 2024 . Actualizado a las 09:10 h.

Ni la playa de Rodas, ni el sendero azul de los faros, ni los cormoranes o gaviotas patiamarillas. La única razón por la que Galicia cuenta con un parque nacional, el de las Islas Atlánticas, radica en la importancia de sus fondos marinos. Singularmente los del archipiélago de las islas Cíes. Así figura en el texto de la ley por la que se aprobó en el año 2002 la declaración de este espacio natural con el mayor rango de protección posible. En el medio marino es donde «está documentada una elevada diversidad de flora y fauna bien conservada, así como un conjunto de ecosistemas característicos, cuya protección es un objetivo prioritario». Esta circunstancia explica la gravedad de la agresión ambiental que se ha producido en el arrecife del Borrón con la desaparición de un espectacular banco de anémonas. Los autores se enfrentan a posibles sanciones que van desde los 60.000 a los 300.000 euros en función de su gravedad.

El régimen genérico de infracciones y sanciones en el parque marítimo-terrestre establece como graves, entre otras, la pesca sin permiso. Estaría al mismo nivel, por ejemplo, que el incumplimiento de los cupos de acceso de visitantes en el que incurrieron las navieras con la sobreventa de billetes que conllevó hace unos años la apertura de expedientes y la aplicación de multas. La Consellería do Mar ha confirmado a La Voz que el informe desfavorable de los responsables del Parque Nacional fue atendido en su momento, por lo que «ningún dos plans aprobados pola Xunta para o período 2022-2024 permite a extracción de anemones» De hecho, la Administración autonómica apunta al furtivismo como causa probable de que el arrecife se haya esquilmado. «Os feitos rexistrados no Borrón foron postos en coñecemento inmediatamente tanto do Servizo de Protección da Natureza (Seprona) da Garda Civil como do Servizo de Gardacostas de Galicia, desde onde se aposta por intensificar a loita contra o furtivismo por medio da colaboración entre todas as organizacións involucradas na erradicación desta actividade ilícita».

No parecen tenerlo tan claro en la Cofradía San Xosé de Cangas. Su patrón mayor, Javier Costa, ha insistido en que ningún marinero se ha dedicado a la pesca de anémonas y que lo ocurrido es producto de vertidos. Personalmente, no descarta que la proliferación de viajes de las navieras y de yates particulares sea el auténtico motivo.

De ser cierto, los autores estarían incurriendo en una infracción «muy grave». La ley del Parque Nacional de las Islas Atlánticas establece que lo es «la realización de cualquier tipo de vertidos sólidos o líquidos», al mismo nivel que la extracción de arena o la alteración de las condiciones naturales de los archipiélagos.

Dar con los autores de lo que el videógrafo José Irisarri considera «una catástrofe» será complicado, pese a la investigación emprendida por el Seprona y Gardacostas. Sí debe servir para intensificar la vigilancia y concienciar sobre la importancia de preservar los fondos marinos de las Cíes, sin cuya riqueza las islas podrían llegar a ser declaradas algún día patrimonio de la humanidad por parte de la Unesco, como pretenden la Xunta de Galicia y el Concello de Vigo.